...es en demasiadas ocasiones, única garantía de obtener una respuesta útil.
Si en lugar de mirar en vuestro interior, preferís hurgar en otra de mis crónicas mundanas, pues podéis seguir leyendo.
Creo que ayer bebí demasiado, de hecho, estoy seguro; dado que a estas horas todavía no me apetece empinar el codo y eso me entristece. Así que, dado que la lluvia se encargó de interrumpir mi siesta en la arena, me dispongo resacoso a lanzar los dados y ver cual de mis miles de gastroexperiencias
-hasta ahora- secretas, paso a narrar para goce o desdicha de la ciberconcurrencia.
Por que, por más que a alguien le pueda joder; el hecho de que mis dedos pulsen tan poco el teclado del PC, es a todas luces un desperdicio de talento.
Asi que vamos allá, pongo un pie afuera de tamaña desidia y comienzo tras un redoble de tambores trrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
RESTAURANTE MODESTO en Ferrol, donde si no...
Había estado en una única ocasión, aparte de esta en este clásico ferrolano y resultó un comienzo de semana más que satisfactorio. Así que, atraído sobre todo por su bodega, decidí volver tras meses de lunes ocupados en otros menesteres.
Si nunca habéis estado en Modesto, decir que está ubicado en las afueras de Ferrol, en la milla de oro de los clásicos ferrolanos que comienza en O Parrulo y sigue con este, El Medulio, y alguno más hasta llegar a A Gabeira en Balón. Es una milla bien larga, lo se...
Local nuevo, sin excesivo encanto, pero chulo, con parking privado, mesas bien vestidas, sala perféctamente acondicionada, carta clásica y lo mejor, Modesto; ese señor que sabe tratarte como si te conociera de toda la vida y que no te parezca mal. Tengo mis dudas sobre si puede leer el pensamiento...
Advertir, eso si, que aunque yo vaya a mi bola; este es uno de esos locales en los que pegarse una exitosa mariscada.
De la lista de vinos rescaté un Valtuille del 2.000, que en 5 años estará todavía mejor, pero en fin; mantequilla. Que nadie se asuste cuando vea los platos, pues mi intención era descorchar un blanco, pero no me resistí ante tal golosina y es que esa costumbre de comprar vinos y guardarlos unos añitos, está, por desgracia, en vias de extinción.
Wineexperiencies aparte, llegaron a mi mesa unas fastuosas cocochas de merluza en salsa verde de lo más top que zampé en mi vida. La salsita bien tramada los ajitos perfectos y las patatas de muerte. En otros tiempos habría repetido para el postre.
Fuera de carta tenían unas carrilleras que se deshacían solo con mirarlas y tomé un dueto de quesos país-cabra E X C E P C I O N A L E S. Con ganas de volver de nuevo, aboné feliz mi cuenta y me regalé una tarde de playa, pues esta recomendable experiencia, tendría una inesperada segunda parte esa misma noche.
Lo mejor de todo fue acabar cenando en Restaurante Marcial. Creo que si tengo que poner la mano en el fuego para recomendar una comida y que to cristo salga happy, me quedo con la solvencia de este negocio. Tremendo local, con tan buena atención, comida y carta de vinos a ese precio ¡no me se ocurre otro chic@!.
Esto es todo, poco ha cambiado el panorama por lo demás; Culler de Pau se convierte en el modelo a seguir tras haber avanzado en la linea de excelencia marcada desde sus inicios. Cuentan desde hace tiempo con un lustroso sumiller, capaz de aupar la wine list a la altura de la carta de manjares que el frontman Olleros pone al servicio del cliente, ayudado por uno de los mejores equipos que he visto funcionar.
Casa Marcelo, en plan informal, también es la rehostia.
En el Alborada se puede tocar el cielo, gracias en parte a un Chef Dominguez, que desconcierta con unos remakes de platos clásicos puestos al día -y redundo a propósito-. Hay quien cree que se copia a si mismo y yo no se si eso es malo, o está ya a nivel Kubrick.
Programar un viaje a A Curva de vez en cuando, debería ir bajo prescripción medica.
En Restaurante Cabanas se puede comer algo que no sea cocido y pasarlo bien. Además la sumiller, es muy atenta.
Yayo Daporta sigue = que como lo había dejado la última vez, pero con algún premio más.
A Gabeira en Ferrol, es un valor seguro para quien le guste comer y beber.
O Gaiterio continua siendo la mejor vinoteca en la que he puesto los pies.
En Lugo, abrió no hace mucho, Bulló Xantar; una taberna en plan modernillo, en la que se come muy bien.
El Timón Bar de la c/ Coruña, también en Ferrol, es la repera.
En A Cabana tienen Cuvée Nicolás Françoise Billecart '98 a precio de saldo...
Y, por supuesto; Pedro Roca es Diós.
... en fin, no se que más contaros, habrá que ir al japo ese que abrió en La Coru, o dejarse caer por Vigo, que también hay novedades...
Tanto que contar y tan poco tiempo para contarlo. Cubito de yelo que hay. Cuelgo cuchillo hasta la próxima resaca. Ciao, ciao!!!