domingo, 29 de abril de 2012

El Delicioso Recogimiento de Casa Pendás

8 meses, casi "un embarazo", habían pasado ya desde mi última visita a Casa Pendás; la que considero "mi casa" en Ferrolterra, si de lo que hablamos es de RESTAURANTES.
Volver tras esos 8 meses, que forman ya, parte de mi pasado; me ha servido para comprobar que la calma continua siendo una gran virtud en esta casa. Quienes, como yo, disfruten del lento devenir de pequeños -o grandes, según se mire- acontecimientos que suceden durante las veladas en los restaurantes; hallarán en Casa Pendás un extra de resguardo.

Me aventuré a llevar un vino que unos amables lectores me habían regalado y con la excusa de haber estado recientemente de aniversario, me lo llevé para disfrutarlo en el restaurante. Lógicamente pidiendo permiso para ello y en disposición de abonar el importe que tuviesen a bien cobrarme por el servicio del descorche. 
Este post, se comenzó a escribir in situ; tras escuchar una frase del amable profesional que esa noche me atendió en sala; "prefieres probar el vino, o vamos trayendo ya los aperitivos".
Mis oídos tuvieron más regalos de ese tipo a lo largo de la cena; comentarios de disposición, nada invasivos y si oportunos de cara a mi satisfacción como comensal y cliente.
Algunos os estaréis preguntando; "¿pero es eso tan difícil?". Pues debe de serlo; por que en otras casas uno se ve obligado a comer y beber al ritmo que le parezca al egochef de turno.


 
Sin agobios, ni presiones de ningún tipo; se puede hallar el estado óptimo para disfrutar de uno de los menús degustación con mejor RCP del mercado. Lo que observaréis a continuación; se vende, previo encargo, por tan sólo 40 € (impuestos incluídos). Otra cosa, es que sólo un bicho cornudo como yo, que afronta cada cena como si fuese su última cena; sea capaz de añadir dos platos dentro del propio menú, de manera improvisada. Por que si; por que yo lo valgo, por que disfruto imaginando a los cocineros con la gota de sudor en la frente ante estos imprevistos y por que me apetecía ¿¡que pasa!?!









En fin, dejaré de lado las perversas fantasías de servidor y pasaré a contaros lo que me zampé.

Comenzamos la degustación con un triple aperitivo:
-CREMA DE CALABAZA, CON PIÑONES Y ACEITE DE VAINILLA. 
-CROQUETA DE BACALAO CON SUAVE ALIOLI.
-ALBÓNDIGA DE COCIDO EN SU JUGO.
 Buena la primera, a modo de entrada en el terreno de juego; mejor la croqueta y tremenda la albóndiga.
Como es habitual, la cocina de Alfonso González Pendás y Cía, sorprende con creaciones basadas en el recetario tradicional, donde brilla el producto gallego más arraigado.


ESPÁRRAGO FRESCO COCIDO*, CON SALSA ROMESCO.
No se si esto invalida mi anterior comentario; por que este plato fue de lo mejor del menú y poco -o nada- tiene de gallego. Finura, sapiencia, sencillez; perfección. Podría extenderme mucho más en los comentarios; que si el corte, o las diferentes texturas, o el toque canalla del romescu , pero es que estaban brutales y punto.

UNA CUCHARADA DE MIEL, EN SALSA DE MIEL Y CURRY. 
Hacía tiempo que no me abordaba la sorpresa con un trampantojo de tan grato regocijo; inconmensurable. Eso si; no me queda más remedio que confesar que estaba elaborado a base de foie y pese al deleite de habérmelo zampado, no logré saber a que me estaba enfrentando.
Quien lea estas lineas y sepa de mi predilección por platos en los que el producto se reconoce al instante y demás historias; estará desconcertado. Pues lo dicho; yo también lo estaba, pero de un modo agradable. El plato era 100% comestible; pues esa especie de brocheta estaba hecha de pan y la salsa era una reducción de esas que es complicado topar. 
De echo algo que me despistó bastante; fue el puntazo del maridaje, pues ofrecía una especial armonía con el vino; gracias a ciertos encuentros entre diversas notas especiadas.


CROQUETAS CRUJIENTES DE JAMÓN CON YUCA -caprichosa petición, del cebollo DANINLAND-.
Por favor, no os perdáis estas croquetas si pisáis Casa Pendás. El rebozado crujiente, es de lo más acertado, combina a la perfección, con su estupendo relleno de jamón y la bechamel, es un compendio de untuosidad y sabor. Un primor. (Ya se, ya se; parezco el crítico gastronómico de la sección de Ocio de algún diario X; pero es que me sale sin querer...)


VIEIRA CON GUISANTES Y EMULSIÓN DE AJADA.
 Perfecta ejecución, lo cual muestar claramente la imagen, para uno de mis producto fetiche.


MERLUZA EN TEMPURA CON MAHONESA DE TOMILLO.
Lo se, lo se; soy un declarado "ANTIMERLUZAENLOSMENÚSDEGUSTACIÓN", pero esta, es otra de tantas excepciones en las que me alegro de haber devorado este gran pescado. El punto perfecto, os lo muestro en la siguiente imagen. Recuerdo la última merluza que me zampé en Casa Marcelo; no se con cual de los dos platos me quedaría; pero la jugosidad que escondía esta, dice mucho en su favor.

























ENSALADA TEMPLADA DE PAPADA.
No entendí el plato en ningún aspecto; estaba bueno, de hecho me lo zampé. El caso es que la ensalada me pedía mayor variedad de hojas (de mostaza, lechuga roble, algún brote...), la papada no estaba tan jugosa como debiera -o, al menos, como a mi me hubiese gustado- y las habas eran puro nácar, pero tampoco me dijeron más...


STEAK TARTARE.
Este plato, realizado por encargo exclusivo; me permitió probar una nueva versión de uno de mis clásicos predilectos. La ración de espectaculares proporciones, logró que el gorrino que escribe estas lineas se zambullese en sus más delirantes placeres carnales. Las tostas estaban de muerte.

He probado versiones del tártaro de carne, que me han satisfecho más; como el de Solla, el del Alborada, el de CasadeComestibles, el de mi querido Rafa Centeno, o el que Aitor (ex Trébula, ex Pepe Vieira, ex Casa Pendás), me preparó en una noche de turbio recuerdo. El caso es que me alegro de haber solicitado este y de haberme topado con esta sorprendente versión. Me ha parecido mucho menos recargado que el que probé en el Celler de Can Roca (allí fue sencillamente decepcionante) y con el añadido de que su rigurosa preparación "a la minute".



























TABLA DE QUESOS Y CONTRASTES -1/2 ración APARTE del menú-.
Todos gallegos, de izquierda a derecha; San Simón, queso del país de Campo Capela, requesón de la misma casa y queso de oveja Rexo de Allariz. El primero, más discreto que de costumbre; los otros tres, a base de leche cruda; impresionantes.



GAZPACHO DE SANDÍA Y COULíS DE MANZANA ÁCIDA. 
Sabroso y eficaz en su labor de "limpieza".


KIWI CON CREMA DE ARROZ Y MAIZ CON HELADO.
Los postres son punto fuerte en esta casa y la fruta producto emblemático. Finura, untuosidad a raudales en este alarde de frescor y dulzura, que os prometo, deleitará a l@s más exigentes.  
Espero que Paula -mi chef exclusiva durante esta velada- perdone esta tosca fotografía; pues no hace justicia  a tan fastuoso plato, pero servidor se estaba derritiendo de ganas por probarlo, a mayor velocidad que el cremoso helado que tenía en frente.

Tres pettit fours para acompañar el café:
-EMPANADILLA DE PERA
-TEJA.
-BOMBÓN ESPECIADO CON MAÍZ CRUJIENTE.

No son un insulso añadido al final del menú; los dos primeros estaban estupendos, pero el chocolate, al igual que la salud, que no falte jamás.
Así que eso os deseo; salud y aseguir leyendo mis demenciales crónicas ;-) .



*Chínchate Dani; me molaron más estos ;-)