viernes, 30 de diciembre de 2011

TOC, TOC. ¿Quien es?

-DANINLAND, acompañado de un fotógrafo hambriento.


Nada mejor que un fresco y delicioso menú; para restaurar nuestras ganas de continuar con nuestra serie fotográfica "Un pirao con dudosas intenciones, a las puertas de sus restaurantes predilectos".

Nos deleitamos con unos Langostinos con Mahonesa de soja, por cortesía de la casa.


 

Aparte del archiconocido Tomate relleno de Brandada; las Croquetas de Lacón, fueron un entrante de lo más agradecido. Poco titubeamos para escoger los segundos; coincidiendo en la deliciosa y siempre espléndida Ternera Estofada en Monterrey, que Gonzalo Rey ancló en su carta con gran acierto. Pequeñas variaciones en las guarniciones, redondean e iluminan la preparación.

 

No nos fuimos sin tomar un par de  larpeiradas, premiando nuestro paladar con un Helado Cardamomo y Chocolate (¿o era café?) que acompañaban a una Bica Caramelizada sobre Crema de Vainilla; o, el Helado de Yogur con Crema de Mirabeles.

 

 
Todo lo anterior, se acompañó de un vino excepcional; el Syrah de Enrique Mendoza '08; que se encargó de desbancar en mi lista de tintos favoritos, a unos cuantos que le doblan el precio. Sencillamente, un alarde de expresividad del varietal -cosa que no siempre he encontrado teniendo al Syrah como protagonista-.

Rematamos la jugada, con unos buenos cafés y abonando la cuenta; que ascendió a cuarenta y pocos euros per cápita. Nada como mirar atrás y alegrarse de haber invertido tiempo y dinero, con  sumo acierto.

domingo, 25 de diciembre de 2011

TOC, TOC. ¿Quien es?

Tras una humilde la fachada, se halla la puerta al paraíso.

Repasando un 2.011, el recuerdo de haber visitado grandes restaurantes, comienza a aflorar. Las experiencias en si, encierran momentos, que quienes las contamos, solemos pasar por alto.



Una ducha, tras una larga jornada de trabajo con una reconfortante idea rondando por la cabeza. El premio tras una semana de trajín; el hacerse un regalo a uno mismo, ese dulce revolcón en las mieles del egoísmo.

"¿Iré por carretera, o tomaré autopista?"

"¿Como voy de tiempo?" 


"Llego tarde, como siempre."


"Móvil en silencio, no; mejor apagado." 


"¿Habré traído la cámara?"


Una miradita de reojo "A veeeer que carne hay en le menú..."


-Hola, buenas noches. Tengo una mesa a nombre de...

Creo que todos necesitamos un nexo con la realidad, a la hora de contar tan ensoñadoras experiencias.

martes, 20 de diciembre de 2011

La llamada del PRODUCTO.

Principal inspiración de cualquier cocina que aspire a ser buena cocina. 

De como en casa DANINLAND se abrió un paréntesis a una preocupante sequía culinaria. Poco que explicar; como reza el título, la culpa la tuvo el producto que llegó a mis manos la tarde de un domingo de resaca post Viñeirón 2.0. La resaca fue 3.0 -por lo menos- y ese es el único post que dedicaré a tan loable iniciativa...

Comienzo en la mencionada tarde de domingo; pero estos platos se elaboraron, en parte, gracias al trabajo hecho hace unos cuantos meses. 
Tener el congelador, "armado" con un buen surtido de fondos, facilita mucho el labor del cocinetas perezoso. Es de los pocos consejos útiles que os puedo dar, así que, quien guste, hará bien en fiarse del mismo.

Personalmente, recordaré el 2.011 como el año en el que no pisé el monte en busca de setas, pero también lo recordaré como el año en que recolecté los frutos de haber transmitido mi afición, a algunos de mis allegados. Fue así como un par de tipos amables, deslizaron en mi precaria cocina, el botín que se observa en la imagen. 
Comenzó así un "festival micológico", ayudado por un escaso fondo de despensa y nevera. En ambos casos me topé con muchas telarañas y poca chicha...

No por ello, dejé de llevar la contraria a quienes afirman que el pie de los níscalos (lactarius deliciosus)  deben ser deshechados. La vinagreta de pimentón se lleva muy bien con los rabitos de marras.



Un Carpaccio de Boletus Edulis, es sencillo, pero resultón y no falla.

 


Lo mismo sucede con el salteado. Ya sabéis; mucho calor, poco aceite, mover el género y un flameado final.
Que no falten unos ajitos, jamón, sal y pimienta,. Yo ese día no tenía ni perejil...


Un improvisado arroz cremoso de hongos fue el final más digno, que pude regalar a tan fresco y natural género.
Veréis algo de verde en los cuencos, se trata de un pesto que rescaté de la nevera, junto con un fondo oscuro de jamón, que logró aportar la dosis de sabor que el arroz necesitaba. Durante el pasado verano, sucedió que se me ocurrió congelar el pesto; este era de albahaca, perejil, piñones avellanas, pimienta, y parmesano, ligado todo ello con un buen AOVE. 
Buen negocio, eso de congelar el pesto; hacerme caso, que esta vez es gratis.


 
Un par de dientes de ajo bien aplastaditos, sofreídos con media cebolla bien picadita (brunoise lo más fina posible), algo de pimiento rojo, guindilla, sal y pimienta recién molida. Todo ello pochadito en un fondo de AOVE, añadiendo los hongos y, finalmente, el arroz, antes de que los anteriores ingredientes tomen demasiado color. Un par de vueltas, medio vaso de vino blanco -que siempre ha de hervir-y el caldo poco a poco; removiendo pacientemente. El arroz ha de dejarse un pelín al dente y se ligará en último momento con una nuez de mantequilla. 
Esta es la ración que emplaté para que la compartiesen los campeones que me regalaron los hongos y no se  dejaron ni un grano.

Aunque lo mejor de todo, llegó al día siguiente, Ya armado con un pedazo de Grana Padano, unos buenos lonchones de tocineta ahumada, unos piñones y con una deliciosa pluma ibérica que había caído en mis manos, recientemente. Con esto me curré un risotto que se ha colado en mi podio de arroces favoritos, codeándose con uno que me tomé en el Sant Pau y otro que disfruté en el Dos Cielos, ambos en el verano del 2.010. Me da igual, que por la pinta, nadie se crea ni la mitad; esto es la crema y punto pelota.


Los trucos:

-Un  bouquet garni. Soy un esclavo de las hierbas y me encanta reconocerlo.
-Media cebolleta, superpicada, lo mismo para un blanco de puerro y un diente de ajo aplastadito (da lo mismo que el caldo ya incorpore estos ingredientes).
-Los piñones ligeramente tostados, guindilla fresca, pimienta recién molida, azafrán en hebras bién secas. 
-El sofrito se inició con el aceite de haber confitado unos cuantos hongos, una pizca de mantequilla, los tacos de tocineta y sus pieles, que infusionaron durante toda la preparación.
-Se finalizó ligando con el queso pasado por un microrayador y dos cucharadas soperas del  pesto utilizado para el anterior plato.
-El reposado de la pieza de carne, tras haberse cocinado a llama viva, con un ligero salpimentado. 
-Unas arenitas de sal maldon.
-Haber vigilado mucho el correcto sazonamiento de cada ingtrediente incorporado, teniendo en cuenta que el queso, la tocineta y el caldo, ya aportan su parte de sal a la preparación.
-La perfecta proporción de los ingredientes.
-De 3 a 6 minutos de reposo para el arroz.
-Tener la flor en el culo. De otro modo, no se explica que yo haya logrado llevar esto a buen puerto...

Quedan atrás maravillas como el arroz cremoso de chocos, del maestro José María Jordán, el arroz con cocochas de Gonzalo Rey, un par que recientemente disfruté de mano de Flavio Morganti, Pepe  Vieira (AKA), Alberto González de Silabario, Alfonso de Casa Pendás y unos pocos osados, que se han atrevido a introducir sus arroces dentro de los menús degustación.
Pues todo ese elenco de mega cocineros, se quedó atrás en mi escala de placer; dejando al onanismo culinario demasiado cerca del trono. Tal hecho, me da pie a daros otro consejo gratuito; quereos y sabréis que alguien os quiere de verdad.   

domingo, 18 de diciembre de 2011

TOC, TOC. ¿Quien es?...

-DANINLAND y sus tétricas postales ANTInavideñas:



Continuará...





miércoles, 7 de diciembre de 2011

CASA MARCELO, Santiago D. C.


Ruego a los lectores, que me permitan una pequeña broma introductoria antes de narrar mi más reciente experiencia en este restaurante único. A continuación podréis observar una foto de grupo (valga la redundancia ...) del Grupo Nove.
¿Cual creéis que sería la repuesta de un grupo de niñ@s, si se les pidiese que señalasen al chef entre tan estelar brigada de cocineros?.
Supongo que la mayoría señalarían al del gorro...

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 No ha pasado mucho desde mi anterior experiencia en Casa Marcelo. Dicha visita NO ha sido posteada; aunque por lo anecdótico de la misma, hubiese merecido la pena el haberle dedicado una entradita. Si a alguien le apetece indagar algo más en el significado de este párrafo; este enlace, conduce a un comentario escrito por el menda (presa de una importante resaca), a escasas horas de haber sucedido dicha "experiencia".

En fin, mis visitas a este templo compostelano, al que en anteriores entradas me he referido como "LA CATEDRAL DE LA RESTAURACIÓN", han estado, relativamente, poco distanciadas . Desde mi primera vez en agosto del '09 hasta hoy, llevo cuenta de siete ocasiones en las que fui bendecido con una serie de manjares marcelianos; los cuales han contribuido seriamente a restaurar mi voraz apetito, en lo que a experiencias gastronómicas se refiere. ¿Puedo, por tanto, decir algo nuevo sobre este restaurante?. Pues si, en caso contrario, no os estaría dando este tostón.

Tres conclusiones; resumirán esta experiencia:

1ª. Sin haberlo solicitado, accedí por primera vez a la mesa que siempre consideré el "palco de lujo"de Casa Marcelo. Las fotos están tomadas con mi cámara "de juguete", al principio y al final de la comida. Con todo y con ello; creo que ayudan a dar muestra del flipe que supone ocupar esa posición. Podría tener un tigre, un león o un cocodrilo soplándome en la nuca y no podría apartar la vista de la cocina. Lo más curioso, es que los tenía a los tres.
Si en esta Casa de la rúa Hortas, tienen un plato conocido como "Las Sardinas"; a este bien podrían haberlo bautizado como "Las Navajas". Llevan un caviar de limón, que supongo estará formado por microsferificaciones. Soy "anti" este tipo de añadidos; pero le sentaban bien; una cosa no quita la otra.


Centolla desmigada, sopa de hinojo y huevas de trucha. Por algún motivo, si me imagino a mi mismo en pañales, zampando un balde de esto con ayuda de un cucharón, penetro en un estado de lo más placentero.
Ya se que es mi fantasía, pero ni yo se a que se debe el hecho de que me imagine haciendo eso "en pañales". Lamentable, lo se, patético también... ...pero ¡a saber lo que se os pasa por el melón a los demás!!!

 

El jurel en honor a Toñi Vicente; es un revolcón en la más fresca y suculenta de las crudezas culinarias.

Redoble de tambores para mi entrante favorito, en esta velada; Coliflor con Almejas. Una suave y ligera espuma de coliflor; que oculta un puñado de almejas de extasiante sabor. Lo se, lo se... ...almejas y éxtasis en la misma frase, queda un pelín porno; pero es lo que hay.

 

Merluza a la romana con pil pil de chile. Puede que la lasca del pescado no sea tan espectacular como en otras preparaciones de esta casa; pero me quedo con el sabor y reconforto de esta fritura gloriosa.

Nada más aparcar mis posaderas en mi mesa "palco de lujo", disfrutaba de unos excelentes panes y un reconfortante consomé de gallina. Iván, quien oficiaba de jefe de cocina, ofreció a este tarado que os escribe; cambiar una apetitosa Liebre a la Royal, que tenían en el menú, por una becada. 
En párrafos anteriores, he dicho que tenía un tigre, un león y un cocodrilo soplándome la nuca. Es la manera en la que me refiero al maestro Marcelo,  tomando prestadas, unas palabras que David de Jorge dedicó al chef vigués.

Me alegro enormemente de que el maestro nos honrase a los comensales con su presencia, pero más me alegro todavía,  de que su equipo funcione a las mil maravillas. Ver a dos metros escasos de mis narices cómo marchaban la impresionante Becada con Castañas Asadas, que estaba a un tris de zamparme; ha sido un placer al que no puedo hacer justicia con mis desmañadas palabras.
El Sorbete de Merengue con Limón, revisa con acierto una mezcla de sabores de lo más tradicional, del mismo modo que lo hace la Tarta de Santiago hecha coulán. No prefiero esta última, a su versión tradicional; pero es diferente. Me gustaron ambos.

 

 
El vino, que tenía pensado para acompañar el menú, se movía entre algún tinto ligero -probablemente gallego- o algún blanco con enjundia; pero vi un Les Terrases 2008 en la carta y a sabiendas de la becada que me aguardaba al final de los platos salados y a que estaba deseando probar el Les Terrases; me decanté por él.
Mal hecho por mi parte; sospechaba que todavía no había llegado su momento.
Mal hecho; por parte de la bodega. Sabrán mejor que yo, que ese caldo necesita más reposo.
Mal hecho; por parte del responsable de que el vino esté en carta.
El vino estaba como yo en mi propia fantasía centollera; en pañales (falto de botella).
Que nadie piense que quiero enfocar este hecho concreto en este restaurante. Esto sucede en el 99,9% de los establecimientos hosteleros, que visito. Sencillamente, ha sido aquí donde he metido la pata por última vez y le ha tocado. La conclusión es que las prisas, casi nunca son buenas consejeras.

Agradezco a todo el equipo de Casa Marcelo; los grandes momentos que he pasado a lo largo de mi corta historia como cliente. ¡Ya estoy deseando volver!!!

viernes, 25 de noviembre de 2011

Dos párrafos...

... para felicitar a los restaurantes gallegos,  reconocidos por primera vez, o de nuevo; por la popular guía roja y para recordar a los lectores que las sensaciones transmitidas por los aficionados más humildes, pueden ser igual de válidas. Si no más...
ESCALERAS 1*

Carta de vinos completa y mejorada desde mi primera visita STOP referencias a buen precio, con copas de calidad para su disfrute STOP carta amplísima, con disponibilidad de dos menús, uno largo y otro más largo, que es el que yo tomé, a 48 € + I.V.A. (ojito con esto último) STOP sala amplia, luminosa, estancia exclusiva para digestivos, buen servicio, invitación al café STOP así da gusto STOP 

Restaurante Silabario en Tui; NIVELÓN.

(...) de manos de Marcelo y su gente, he disfrutado de las más atrevidas, innovadoras, sorprendentes y audaces creaciones culinarias. Platos con calado, dotados de una enorme profundidad, casi siempre complejos y en ocasiones de pasmosa sencillez, alegraron mi paladar y enriquecieron mi escaso saber gastronómico, de la manera más divertida posible; sentado a la mesa de un gran restaurante.
Siempre hay un giro de tuerca en Casa Marcelo, evolutivos giros inesperados que quedan impresos en la memoria del comensal.  
 ....................

Y remato con un mensaje marca de la casa; + disfrutar y - joder al prójimo.  Quienes no sean capaces de hacer lo primero; que no dejen de practicar lo segundo (sin olvidarse nunca del - ).
ESCALERAS 2*
*O de que cada uno juegal al piedra/papel/tijera, como le da la gana.

martes, 22 de noviembre de 2011

Vino Castillo de Perelada MALAVEÏNA

... o de un sorpresón de lo más agradable, que me llevé cenando, en mi anterior visita al restaurante  Pedro Roca.

El caso es que me había olvidado de incluirlo en su correspondiente entrada y he tardado tanto en escribir mis sensaciones sobre el vino en si, que hasta se me ha borrado de la memoria el año. 
No es de extrañar, teniendo en cuenta que he recuperado con demasiadas ansias -y por lo grande, además- la costumbre de beber prácticamente a diario. Se me vienen a la cabeza un fastuoso Valtravieso del '94, un par de Valtuille (B. Castro Ventosa) '06 y '05, un B R U T A L Gneis del '98, un CONTADOR '07 que no me permitirá ir al cielo tras su degustación, un HIPPERIA '05, que, como siempre, ha estado mundial y un CHATEAU RAYMOND-LAFON '06, en versión 375 ml. con el que acabo de dar buena cuenta, de un foie Mi-Cuit casero -mezcla perversa, lo se-. Todos ellos, entre muchos otros, con armanags, los mejores vermouths del mundo mundial -en O Gaiteiro, no me canso de decirlo-, brandys y hasta en los gin tonics he vuelto a caer de copa en copa, -los vinos de botella en botella, ejem...-

Bueno, pongamos que el Malaveïna que me zumbé en Pedro Roca fuese un '04 -¿o era un '06?...- y pongamos que siendo cada vez más acólito de los caldos producidos bajo la D.O. Empordá, ha tenido que ser muy sólido el menú -cosa que si ha sucedido- para que no apartase los platos y me diese únicamente al disfrute del vino.
El caso, es que no lo elegí yo del todo; mi elección, un LES TERRASSES de la bodega Álvaro Palacios, estaba agotado y fue el sumiller, quien me indicó similitudes con un Malaveïna, que me llenó el ojo de inmediato.  Creo que llevaba ya algún tiempo sin reivindicar la importancia de un buen servicio en los restaurantes. El momento de escoger un vino para un menú, puede mandar la experiencia al traste, o elevarla al infinito; siempre es bueno contar con ayuda, cuando uno la necesita. 

Todavía no he hablado del vino; ¿que puedo rescatar de su cata?. Pues que es un vino que no marca demasiado la madera, pese a su extensa crianza, y tiene una mezcla de uvas (MERLOT, CABERNET Y SYRAH) que suele funcionar de vicio en mi paladar. Tres uvas, para una finca de nombre Malaveïna (trad. mala vecina).
Me quedo con las notas especiadas en nariz y con su elegancia en boca. Sorprendentemente fresco y balsámico, mineral; que nadie se asuste por el Cabertnet Sauvignon y por los 14 meses que pasa en barrica.

Os dejo un interesante enlace con el que me he topado en Adictos a la Lujuria, sobre el Castillo de Perelada Finca Malaveïna 2006 .

En internet se puede encontrar a la venta, por menos de 20 € y teniendo en cuenta el vino del que os hablo; me parece una RCP fenomenal.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Será Maravilloso Viajar a Mallorca...

... y ahora, más que nunca.

Exclusivas DANINLAND les ofrece a continuación, la excusa para tan poco original título; en forma de noticia noticiosa:

A Coruña se verá despojada en los próximos días, de la mejor -según criterio de servidor- CasadeComestibles que ha tenido el placer de acoger en estos últimos años. Jordán & Cía se mudan a otro local; donde oficiarán en un nuevo modelo de negocio, orientado a la elaboración de panes de varios tipos, platos con un pronunciado toque mediterraneo y dulces para consumir a cualquier hora, en un ambiente de bistró. 
Poco en común, con lo que han estado ofreciendo durante su estancia en la "pequeña peninsula" coruñesa. Poco, excepto pequeños detalles como el número de mesas de un local que tendrá el sello estético característico de CDC y lo más importante, su filosofía; CALIDAD, EXPERIENCIA, PROFESIONALIDAD Y SABER HACER por los cuatro costados. Más de lo que parte del gran público ha sabido apreciar, pero ese es otro tema...

Los "maestros comestibles" han escogido entre los millones de posibilidades que este mundo ofrece; un destino fuera de los importantes circuitos gastronómicos, para llevar a cabo un proyecto sencillo, humilde y de verdadero amor por su oficio, por los alimentos -los productos- y por la clientela. Sin envoltorios innecesarios, sin trucos, ni espejismos... Ese destino no es otro, si no  Colonia de Sant Peré, en el municipio de Arta, como ya había desvelado el título de la entrada; Mallorca.

Dejo una foto a los lectores, para que os hagáis una idea de la belleza que rodeará a la nueva CasadeComestibles (viéndola, incluso me extraña menos que estén deseando hacer las maletas...).
Podréis disponer de más info sobre la noticia en este enlace y en su maravilloso blog.

Resulta difícil para servidor,  no caer en la magnificencia, al hablar de tan "comestible" pareja profesional. Es ciertamente complicado y lo es por lo que el maestro ha transmitido a los seguidores del citado blog, con una interminable lista de delicias con las que nutrir cuerpo y espíritu. En directo, la experiencia mejora, se multiplica  convirtiendo cada conversación, cada pequeño gesto, en felicidad, en conocimiento y finalmente en la posesión de pequeños tesoros inmateriales. Tesoros cada vez menos codiciados por una sociedad petulante, amante de lo material, de lo impersonal y de lo aséptico .
Mi última visita a CDC podría servir como muestra de la anterior sarta de palabras tan torpemente hiladas.

Como los grandes acontecimientos en la vida; mis experiencias en este restaurante, han ido desde la más absoluta espontaneidad, hasta la milimétrica planificación, guiado por ambos maestros; en sala y cocina.

Os dejaré muestras plagadas de platos inéditos, incluyendo los de mi "pase final" en este periplo coruñés; antes de que vuelvan a reinventarse de nuevo.
Hallareis un repertorio de inusitada amplitud; basto e inabarcable, que pone de manifiesto la suculenta  y camaleónica cocina del maestro Jordán; de su trabajo a partir del mejor producto, con la ejecución técnicas limpias, sanas, ancestrales o actuales; pero totalmente artesanas (algo que parece NO existir en este nivel) y sin ayuda de la tecnología que albergan los restaurantes de alta cocina. Las manos del chef, su buen hacer y punto. Podría haber cocinado todo esto en la mayoría de vuestras cocinas y no se me ocurre ningún otro de quien, dentro de este nivel, pueda decir lo mismo.

Dejaré platos fuera del tintero; os emplazo a mis antiguas entradas dedicadas a CDC y os advierto que estos platos están sacados, por orden cronológico, de un menú degustación muy especial, una improvisada comida entre semana y mi última cena, compuesta de platos escogidos por mi mismo.
  -Un Gran Menú Degustación-
Las mejores CROQUETAS DE MARISCO, desde un perfecto rebozado en el que, si no me equivoco, interviene en polvo de los cuerpos de gambas de Palamós, hasta su relleno; imagináoslo...


ENSALADA DE VIEIRAS CON TABOULE (CUS CUS) Ligereza, sabor,  proporción; finura.

BONITO CURADO GRAVALAX Y ANCHOA MARINADA CON TIRABEQUES CON CALDO DE CENTOLLA. Sin palabras.


GAMBAS DE PALAMOS A LA PLANCHA (con emulsión de sus cabezas y polvo de sus cuerpos) CON CALAMARES FRITOS. Alrrededor de una docena de gambas de Palamós; no me quiero ni imaginar lo que cobrarían en un estrellado por este plato; aunque seguramente pondrían tres gambas y un montón de gelatina de nosequé con esencia de nosecuanto. Es más barato.


TARTAR DE TERNERA , FOIE GRAS ESCABECHADO; un clásico de la casa que servidor solicitó repetir; pues ya lo había disfrutado en ocasiones anteriores. Si se percibe alguna discordancia, es por que había manipulado vuilmente la mostaza, antes de fotograiar el plato.



SOPA DE GUISANTES A LA MENTA , REMOLACHA Y TRUFA. Había solicitado un plato 100% vegetal; casi se me saltan las lágrimas -bueno, sin "casi"-


VENTRESCA DE BONITO DE BURELA, ARROZ NEGRO Y SOPA DE HINOJO. Siento deseos de morder la pantalla. ¿Acaso ustedes no???

CHOCOLATE NEGRO Y BLANCO MENTOLADO, HELADO DE HIERBABUENA Y CARAMELO DE PIPERMINT


-Una comida improvisada-

Tartar de Salmón Salvaje con lima, aceite de arbequina... Fresco como entrante; generoso como un principal.


Calamares de anzuelo rellenos de vainas de judías y calabacín, con patata pisada y ajada. Un 10; un plato tan sencillo, como sublime. Sólo por la patata merece la pena cruzar el charco.

Helado de coco, membrillo de fruta de la pasión; sopa de mango, granada y almendra picada. Un postre de CasadeComestibles.


 -Mi última cena (hasta el momento)-
Advierto que las fotos están tomadas con una cámara "de juguete"

Pan de borona con pasas remojadas en Moscatel. Esto es PAN.


Mantequilla de albahaca


 Pechuga -magret- de pato fría con foie, manzana y champiñón. Un aperitivo improvisado.



El siguiente plato merece un post por si sólo. Insuperable y difícilmente igualable.

ENSALADA DE BOGAVANTE HEMBRA GALLEGO (99% bicho y 1% tomate raf?, patata, aceite arbequina, patata y rábano). ¡Que poca justicia le hace la foto!, ya no al sabor; cada porción del cuerpo del bogavante era literalmente de cuchillo y tenedor.


VACA A LA MODA en DOS servicios. Este plato merece DOS post, por si sólo. Las patatas eran un auténtico alarde de punto y sabor, la carne de vaca y sus tendones, para llorar y el fondo para reventar de placer.


Habéis leído bien; "en DOS servicios". Quienes no estéis familiarizados con el plato, os recomiendo que indaguéis en su elaboración; prácticamente se cuenta por días. ¿Donde si no podría haber comido esto?. Creo que la cocina auténtica implica  tiempo y un esfuerzo que casi nadie está dispuesto a realizar; CDC, bendita excepción.
Tras haber pasado por las manos del maestro, además de rotundo, era fino; es un plato que todo aspirante a gourmet, debería probar al menos una vez en la vida.




Musse de chocolate, con merengue, sopa y helado de mango, frambuesas y una teja espectacular.
Ya sabéis; el merengue es una vieja perversión del menda.


Tras este primero, segundo y postre; podría viajar a Mallorca a nado y tendría que vigilar, para no pasarme...