Tengo un nuevo gastromandamiento a la hora de visitar la Ciudad Condal; reservar un hueco en uno de sus rincones más concurridos por quienes se afanan en regalar a sus estómagos exquisitas viandas, deliciosos
beberes, trato afable y ambiente jovial. Conseguir tan sólo una silla en la barra del
BAR CAÑETE es un logro para el que habrá merecido la pena el empeño del comensal feliz y no me extraña que esté el local tan solicitado, una vez disfruté de lo que se cuece en el mismo.
Mesas corridas, barra y hasta un reservado. A saber los años que llevarán ofreciendo ese tipo de servicio que otros han tratado de reinventar con el toque cool como bandera. Aquí os presento a uno de los originales.
Poco que añadir, sólo incidir en la buena atención que dispensan sus trabajadores, pese al ritmo frenético que acusan, la buena selección de vinos y la interminable lista de manjares de los que se pueden disfrutar. De algunos de estos últimos, dejaré testimonio gráfico a continuación, avisando que entre ellos, se encuentra uno de los platos más fastuosos y suculentos de cuantos gocé en los días de mi vida y todo gracias a habernos dejado seducir por esa sugerencia del día, que en las casas decentes, suenan a música celestial.
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En la tierra del pan con tomate. |
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Ensaladilla. |
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Steak Tartare. |
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Berenjenas fritas con miel. |
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Calamar relleno. |
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COLMENIILAS CON FOIE + REDIÓSSSSSSSSS (Sugerencia del día) |
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Croquetas |
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Alcachofas, mollejas, gambas. |
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Papada??? |
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Y peaso canelón... |
Todavía se probó algún postre que escapó a la instantánea, pero creo que para un menú apetecible ya hay fotos de sobras. ¿A que os molaría probar???. Pues anda, animaos; antes de que
alguien sin escrúpulos escriba que es un local enfocado al "turisteo" y que no merece la pena.