sábado, 15 de mayo de 2010

Restaurante Pandemonium (Cambados)

En Cambados existen dos restaurantes pertenecientes al Grupo Nove. En Esta ocasión me animé con el Pandemonium tras observar en su web que disponían de un interesante menú degustación.
El local se encuentra en el centro de Cambados, próximo a su zona de vinos y pubs. El Pandemonium está ubicado en el bajo de un edificio con una parte, la de su entrada, dedicada a la degustación de vinos y pinchos con una pequeña barra y mesas altas con taburetes.
El comedor está iluminado con unas chocantes luces naranjas que enfatizan su linea decorativa. En el mismo nos encontramos un par de grandes mesas de pared con sendos sillones y otras seis mesas para cuatro pax repartidas por el resto del comedor, que carece de tipo de división alguno.
Al fondo, tras un alargado ventanal se observa parte de la actividad en la cocina, en la que creo haber contado unas cuatro personas incluyendo al chef, Antonio Botana.
Cumplí mi deseo de probar el menú degustación, pero hablaré antes de la carta de vinos, la cual no es muy extensa, bien estructurada, pero a mi juicio presenta alguna carencia, sobre todo teniendo en cuenta que el local funciona también como vinoteca.

De dicha carta me animé a probar, recomendado por un familiar que visitó sus bodegas, el Bagús (D.O. Ribera del Duero). No me entusiasmó al nivel de los 42 euros + iva que pagué por la botella. Hai que recoñecer que o menú tiraba máis por unha botella de branco e copa de tinto ó final.

El menú fue el siguiente:
El comienzo a cargo de unas "Xoubas con rexós" fue impecable. Un microplato con reminiscencias a los sabores de toda la vida llevados a la modernidad (sorprendente la crujiente textura de los rexones) en este impecable mar y montaña. De lo mejor del menú, pese a tratarse de un aperitivo.
El primer entrante fue un "Arroz Codium con Berberechos". Fantásticos berberechos; buen punto del arroz y las algas que daban el tono verde reforzando un plato que sabe a mar.
Buena ejecución, pero que no me entusiasmó. El plato no funcinaría en versión grande ni de casualidad; falta un fondo más concentrado para satisfacer mi gusto.
Segundo entrante; un "Lomo de Jurel con Fresas" (SIN FOTO) pedía ser acompañado por un espumoso. Otro plato de impresionante resultado con una combinación de ingredientes que comienza a ser recurrente en la nueva cocina. La textura del pez excelente, al igual que el conjunto del plato.
Continuamos con un divertimento; "Ovo con Patacas e Chourizo", plato megatradicional con diferente tratamiento. Las patatas y el chorizo se disponían a modo de manto sobre el que colocan un huevo cocido con unas escamas de Maldon y aceite, que conserva su forma a la perfección, pero que alberga una yema líquida en su interior.
Esa era la magia de un plato; el momento en el que al abrir el huevo, la yema se desparramaba alegremente por encima del resto de los ingredientes.
En comparación a la ejecución clásica incluso pierde, más por el acompañamiento que por el huevo. La patata pedía algo más de crunch y el chorizo mayor presencia.
Yo mismo, versioné el plato con más éxito en mi paladar. Eso si, el huevo no salió hasta el cuarto intento.
Tras el huevo, llegó la "Merluza con caviar de agar agar (creo) con caldo de ajo y pimentón".
Puntos correctos revisando de nuevo una preparación tradicional que para nada llegó a cuajar.
El caldo demasiado suelto (acuoso) para mi gusto desvanecía el escaso sabor del pescado que me resultó un pelín anodino.
Con la carne, momento que siempre aguardo con avidez, (soy de carnes , lo reconozco), sucedió la decepción. El plato, "Costilla de Ciervo sobre Lombarda con su propia reducción" me resultó anodino y con una combinación de sabores que no acabé de entender.


En el apartado dulce, dos postres muy ricos de los que cabe destacar las "Natillas Caramelizadas con helado de Galleta Chiquilin", con presentación en vaso bajo; increíble combinación de sabores que trasladan a la infancia. El helado de galleta Chiquilín sabía tal cual la galleta. ¡Buenísimo!
Tambien estaba muy bueno el "helado de Nata con Fresas asadas".

Para rematar la jugada un expresso y la invitación a un chupito de aguardiente de hiervas por parte de Antonio Botana, chef del restaurante, a los que todavía permanecíamos en la sala.

LA CUENTA:
Menú degustación 38
Bagús 42
Agua 2
Café 1,50 TOTAL: 78+ IVA= 83,50 Pleuros.
Por lo que se deduce de la cuenta, el pan va incluido en el menú. De todos modos la calidad del mismo esa noche tampoco era como para cobrarlo.
La propuesta de Antonio Botana en la que ofrece buenas preparaciones con un producto de calidad sin precios muy desorbitados (excepto en algún vino), es muy a tener en cuenta. Pero no puedo dejar pasar que, al menos por lo visto en esta ocasión, es mejorable. Me quedo con ganas de volver a probar; espero no tardar en visitarlo de nuevo.