martes, 31 de julio de 2012

OCamiñodoInglés y su MenúdeMercado, (II parte).

Día 2.
Esta es la narración de un nuevo gastrocombate a muerte, por empacho, o ridículo; entre DANINLAND y Dani, con vulgares minúsculas y sin el "NLAND" del final.

Llegué al local, todavía más tarde que el día anterior y sin avisar. No recuerdo ni que estúpida excusa habré puesto. ¡Que gusto da en ocasiones, eso de comportarse como un auténtico maleducado!. Seguro que l@s que lo hacéis por costumbre no lo valoráis tanto...
En ese momento se dió el típico cruce de miradas chungo entre servidor y jefa de sala. Mientras, comprobaba de reojo, como el cocinero, demasiado distraído en dar de comer a las mesas ya ocupadas, no tenía más remedio, que  lanzarme miradas de asesino y frenar las ganas de lanzarme una tartera a la boina.

Reí socarrón, para fastidiar y me acerqué a mi mesa con gesto insolente. De nuevo había conseguido atizar el primer guantazo y bien que disfruté de ello, mientras me llenaban la copa con un buen blanco.

No tardó en aterrizar en mi mesa, el  bonito marinado, membrillo de pimiento del couto, huevas de limon y esencia de albahaca

¡Vaya hostiazo!, dio comienzo la cuenta atrás:
10, 9, 8, 7... 3, 2, me incorporé a duras penas y pensé "ya te la devolveré".

Salpicón "al momento". Fresco, sutil, sabroso, ligero; casi perfecto. "Casi", por que, siendo sincero, ¿donde estaban (p. ej.) las huevas de trucha?.  Ese "casi" marca la difetrencia entre lo bueno y lo subllime.

Así que el marcador, siendo bueno; estaba igualado. Por que lo cierto es que los platos salían con la precisión de un reloj suizo. Sin agobios, pero sin esperas. ¿Que sería lo próximo?



Las fabes con tripa de bacalao, fondazo y menta. Supongo que lo de beberme el contenido del plato, contará como un tanto para la casa. Tomad nota; los platos de legumbre, en O Camiño do Inglés, suelen merecer mucho la pena. Supongo que los cocinará un ayudante...


Sardina lañada con Pemento do Couto. Eso es trampa, es ir sobre seguro; así, que me como el plato, lo disfruto y pienso "podría igualarlo".
Estas son las mías:

En el interior de ese engendro clorofílico; se hallaba una pechuga de pollo "entier" trufada, con finas láminas champiñones crudos. La parte vegetal, estaba perfecta y la pechuga tierna y sabrosa, gracias a sus guarniciónes. Como se lo difícil que puede resultar cocinar una pechuga de pollo; carne que no ha de estar cruda, pero que pasa de punto es como un bocata de polvorones. Otorgo un nuevo tanto, a favor de la casa. Eso si, como no me vale, eso de querer conquistarme con cantidades inabarcables para la mayoría;  al finalizar el menú, puse un puño encima de la mesa.


Rape con fonde verde y vegetales verdes. El bicho lucía un punto de 9,75, los vegetales estaban turgentes y sabrosos, peeeero ese fondo tan sabroso pecaba de excesivo punto de sal.
En fin, un plato sobresaliente; que se enfrentó a otro sobresaliente que tenía en el archivo reciente.
Me apunto un tanto, basándome en que, para mayor escarnio; el otro plato en cuestión; lo había cocinado yo:

-OPCIÓN A-
-OPCIÓN B-

Tras esta toda esta ristra de platos salados, todavía faltaba una carne y, por si alguien lo duda, me sentía ganador. Recuerdo mis pajas mentales:
"¡Ay, Danielito!, ¡Chef de pacotilla!... Mira que retar a un comensal tan experimentado como yo. ¿Y todavía pensarías que me ibas a superar en un desafío jurmet? Osado, que leñazo te vas a pegar..."
En ese momento oí a un costado: Steack Tartar "estilo Dani".

JODFVC++F,KV>&&% DXSÇÑ´Ç´.,JFND'¡¡¡!!!

Vale, muy rico. Perfectamente aliñado, no desprendía líquidos, tenía un místico toque especiado, suave, sabroso, me daban ganas de meter los pies dentro de un barreño con eso, o mejor la cabeza, o abrir una barra de pan y rellenarla hasta que fuese imposible abordarlo sin desencajar la mandíbula.
Me gustó. No pude disimular mi placer al zamparlo y tampoco pude disimular lo mal que me estaba sentando la sonrrisa bobalicona del tipo que se lo había currado.

Melón y sandía.
Refrescante, limpio, aromático, dulce, hermoso, sabroso... .Tomo nota para mi próximo menú casero.


Pettit Suise de fresa. A base de requeson "da Capela" y fresas, con plátano asado. 

Os lo estáis imaginando y también a vosostros os gusta. Nada más que añadir, otra vez será; tendré que intentar pillarlos por sorpresa..


Este menú degustación, sin el último postre, que fue capricho de servidor; lo venden a ¡¡¡35 €!!!
Dulce derrota...