domingo, 8 de mayo de 2011

Me aburro, no se que hacer... ¡VOY A COCINAR!

Dejaré constancia, en una serie de post con el título que se lee arriba, de mis ñapas más recientes, que aparte de servirme como alimento, solucionaron esas mañanas, tardes, o noches en las que no te apetece salir (o más bien NO SE PUED€ ) y te enfrentas con mayor o menor suerte a los fogones.

Como soy muy fan de David de Jorge; os repetiré el consejo que no deja de dar programa tras programa:
"Quitaros la pereza y poneros a cocinar, que es lo mejor que os llevaréis de este mundo".

Aunque el resultante sea la ristra de chorradas que veréis a continuación; siempre es mejor que la enfermiza comida industrial.

DOS RODAJAS DE SALMÓN (que no era salvaje, pues se dejó hacer sin oponer demasiada resistencia), UN ASALTO A LAS ALACENAS Y AL FRIGORÍFICO. A VER QUE SALE... -Aunque lo parezca, no intentaba hacer sushi-.

Primero de nada, que nadie ponga como excusa el no disponer de tecnología punta. Yo, de vez en cuando, hago platos dignos en el artilugio que veis en esta imagen. 
De las ventajas de vivir en un humilde piso de alquiler en vez de estar ahogado en una hipoteca, ya hablan los demás post...
Cuando no se sabe bien que hacer, lo más divertido -o a mi me lo parece- es olvidarse de métodos y hacer tormenta de ideas con un lote de ingredientes.




Claro está el ingrediente principal, merece que le dediquemos su tiempo

 Aquí ya tengo algo parecido a un ceviche y unos tacos desiguales, poco vistosos, pero sabrosos con el marinado de salsa de soja, aceite de sésamo y AOVE.


Un aliño, me recordó; "tengo en la nevera una lechuga en grave peligro de descomposición y a los amantes de los rallyes que vociferan en el salón, con la misma les apetece picar algo"



 El ceviche (llamarle X, si lo prefieren), sobre una patata bien cocidita, con su piel y todo.



A mi, que soy un guarro del copón, me gustan las pieles crujientes, con su grasilla interior acabando por formar parte de mis niveles de colesterol y, por lo que se vió, a alguno más también.


Lo dicho, no quería hacer sushi, sashimi, ni nada de eso; pero debí haberme pensado mejor como se come esa  salsa con almendras con brochetas... Creo que con esto me bajaron una barra de pan, si es  que con comensales agradecidos, ¡no hay fallo!!!

24 horas después, estos tiernos tacos de salmón marinado con un leve salteado, me sirvieron de cena ¡estos si!!!