sábado, 13 de marzo de 2010

Restaurante Artabria (A Coruña)

Tras infinidad de recomendaciones y varios intentos, por fin pude conocer este restaurante de primera mano.

Antes de nada quiero aclarar lo de "varios intentos" y es que había intentado acudir al mismo sin reserva en un par de ocasiones, sin éxito dado a que estaban al tope de su capacidad Hubo otro intento para cena numerosa en época prenavideña y aún tratando de reservar con más de una semana de antelación se volvió a dar el fiasco.

Explico esto para mostrar que este restaurante posee un efecto o factor diferenciador a los de su categoría y es que el lleno total se da hasta en las comidas de por semana. ¿Como logran esto?; pues con una buena situación, un local con la capacidad adecuada para el número de empleados logrando así un servicio notable y una relación calidad-precio complicada de encontrar en otros establecimientos.

Tras estas aclaraciones continuo narrando mi experiencia en este restaurante:

El mismo se encuentra en el centro en una zona con bastante competencia dentro del sector que ocupa; el local en si mismo, con una decoración y equipamiento correctos no ofrece nada especial de por si (entiéndase vistas, como el Playa Club, exclusividad como Casa de Comestibles o edificio de arquitectura espectacular como Domus o Alborada). Es más, la acústica podría ser mas adecuada a mi gusto, pues resulta un pelín ruidoso; aunque de esto último tambien tiene la culpa el alto número de ocupantes.

Lo que si me agradó encontrar tras pasar el hall de entrada, con su pequeña barra, fue ver las vistas a la cocina tras un importante escaparate.

No recuerdo si la carta incluía o presentaba algún menú degustación, pero yo estaba decidido a pedir a la carta, ya que mi visita al restaurante sucedió un martes de febrero en horario de comidas y yo, que vengo siendo al revés de todo el mundo, lo prefiero para las cenas.
Bueno, como iva diciendo la carta es completa, no tan extensa como la del Refugio, pero bien.


En cuanto a la carta de vinos se puede encontrar una amplia y adecuada selección sin excesos en los precios, salvo alguna excepción.
De esta carta decidí probar el VX Cuveé Caco; vino gallego para variar, que aún estando correcto y adecuado para el menú, no acabó de enamorarme ni siquiera en cuanto a RCP.

Esto, para no variar, es lo que me suele ocurrir con los vinos tintos gallegos; una especie de arrepentimiento dado a que por un precio similar hubiese podido elegir un vino MEJOR.

Los platos que pedí fueron los siguientes:
Como aperitivo me sirvieron una deliciosa brocheta de zamburiñas con crema de champiñones. Estupendísima creación con la zamburiña perfecta de punto y la crema con una concentración de sabor tan impresionante como la combinación resultante de ambas.



Continuo con unas brochetas de queso (creo recordar que de cabra) y langostinos con salsa de frutos rojos y cacahuetes que venían acompañadas de una pequeña ensalada. Muy buen entrante, generoso de cantidad y muy rico.



El plato principal fue una riquísimo medallón de solomillo de ternera, que podría haber estado un plelín más crudo, con foie y patatas panadera. El plato se comenta por si sólo.


Para el postre escogí una especie de coulan de avellana con sopa de mango. Riquísimo, por fin un postre con avellana que de verdad me conquista. Empezaba a creer que nada superaba a la nocilla.
Liquido y calentito por su interior, perfecto en su acabado y convenientemente contrastado con la sopa de mango; al ver la foto revivo esos potentes sabores y logradas texturas.
Si regreso al restaurante no creo que pueda vencer la tentación de repetir.


Acompañé el postre de un Violet Lamothe que multiplicó mi disfrute hasta la hora del café; sólo expresso y con azúcar moreno, por supuesto.

Los tiempos entre platos fueron perfectos, el servicio del vino bueno y las anotaciones de los platos correctas.

Finalizada la comida, charlé con uno de los cocineros, sobre todo tocamos el tema de los horarios, pues el restaurante no cierra NINGÚN día, pero se mostró satisfecho de todos modos; tanto como yo por los comestibles que me habían preparado y por poder intercambiar impresiones con un tipo tan majo.


SERVICIO: 7,5
LOCAL:      6,5
ASEOS:         8
COCINA:   8,5

La cuenta con lo anteriormente mencionado más un agua y el pan a 0,80 + IVA (al café fui invitado) ascendió a 61,80 euros.

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