martes, 3 de noviembre de 2015

NERUA

Buscando la cruz de una moneda que por cara tendría al restaurante Santceloni de Madrid, Nerua había aparecido en mis planes, unos pocos meses atrás, por insistente recomendación de uno de los más respetables gourmets, de cuantos he tenido el placer de conocer a lo largo de mi trayectoria como gastrofriki.
Me imaginaba la experiencia como esa temida -pero necesaria- ducha fría tras una buena sesión de sauna y, una vez de regreso de ambos, creo que no andaba muy errado. 

Para ti, bloguero que ya has estado en los dos; deja de tirarte de los pelos por no haber tenido la ocurrencia de tan simple pero atinada descripción y continúa la lectura.
No voy a adornar este post con frases del tipo "el lienzo en blanco, que tímidamente comienza con pequeños baocados de alta cocina, para continuar con certeros brochazos de bellas creaciones gastronomía y remata en un éxtasis de..." ni chorradas por el estilo. Esto va a ser un polvo rápido, así que ir calentando motores por ahí, que yo acabo en un na.


Cierto es que pocas cocinas se merecerán  estar en el marco de uno de los museos más conocidos del planeta, tanto como la que el chef Alija propone en su Nerua. No por lo artística ni llamativa de la misma; si no por su intrínseca llamada a la meditación y al disfrute. Aunque conviene aclarar que la cosa fluye sin necesidad de caralladas sobreintelectualizadas, que requieran un curso previo y lo dejo por escrito, por que a mi me habían advertido que sin un par de master y unos cuantos mantras mañaneros, no me atreviese a reservar...

Personalmente, Nerua me ha parecido de lo más disfrutable. Sabores limpios, nitidez y descanso para los paladares excesivamente glutamacomatizados -la fiebre DiverXo a la cabeza del ejército del umami y todo eso que probablemente ya os suene de algo.
Y es que cuando echéis un vistazo a los santos de esta crónica -cortesía de el iphone de mi acompañante-, os vais a jartar de ver blanco. Así que, he ahí, ¡por fin, un menú degustación sin las habituales  piedras y cansinos platos extraños!. Un poquito de minimal, por favor...

En, fin, para haber anunciado esto como un polvo rápido, me estoy liando con los prolegómenos.
Nerua ha sido una gozada, no sólo -ni muchisimo menos- por su cocina, si no por una brigada de sala que maneja los tiempos a la perfección, que cuenta con una avezado sumiller; basta echar un vistazo a la carta de vinos y que regala un servicio óptimo. Mención de honor al sr. que nos explicaba los platos sin dejar nada al azar, sin ser, en ningún momento, cargante y sin olvidar que en esos instantes, los reyes estaban sentados a su mesa.

Escojimos, acertadamente en cuanto a la cantidad de condumio, el menú de 95 pavos, aunmentado con una pieza de vaca a compartir, convenientemente emplatada de modo individual. Bebimos un Georg Breuer Berg Schlossberg '08, en la cumbre de mis riesling favoritos y un Michel Lafarge '11, borgoña de libro -que los platos no claman Numantia-  y un agua con gas, por que el presupuesto para champagne se había agotado (Sant Celoni...)
Os dejo con el mete-saca:
Tres imagenes...
 ...muestran unos aperitivos que poco dicen a la vista...
...pero que comenzaron a decirnos que habíamos acertado.

Tomates cereza, con varias infusiones de aromáticas. 
Gambas, judias, melocotón. La melosidad y el sabor de las gambas al desnudo...
Kokotxas de bacalao al pil-pil de berberechos. En el top 3 del menú.

El plato más radicalmente hipervegetal del menú y no sólo se componía de vegetales.
LAS ANCHOAS.
Bonito, pimiento y esa sensación de esto no sabe a nadaaaahhhhhhh, joder, si que sabe...
El Foie con Lentejas de toa la via...
1/2 pieza de vaca, muy en la onda de mi admirado Javier Olleros.
Éxtasis de frescor y zanahoria
Fueron los melocotones de este postre lo único que me resultó insulso en este menú, no así el cremoso de fresa...
Y esto es todo, velada de lujo; cocina con identidad propia, que susurra más que grita, que no se muestra loca por epatar y que incluyó las anchoas más ricas que, hasta hoy, han aterrizado en mi boca. Espero que este sea otro "hasta luego" más y no contéis con que escriba sobre la experiencia Santceloni, salvo que alguien me pague por ello, o me aburra, pero de pelotas.

lunes, 27 de julio de 2015

Conversar con uno mismo...

...es en demasiadas ocasiones, única garantía de obtener una respuesta útil.


Si en lugar de mirar en vuestro interior, preferís hurgar en otra de mis crónicas mundanas, pues podéis seguir leyendo.

Creo que ayer bebí demasiado, de hecho, estoy seguro; dado que a estas horas todavía no me apetece empinar el codo y eso me entristece. Así que, dado que la lluvia se encargó de interrumpir mi siesta en la arena, me dispongo resacoso a lanzar los dados y ver cual de mis miles de gastroexperiencias 
-hasta ahora- secretas, paso a narrar para goce o desdicha de la ciberconcurrencia.
Por que, por más que a alguien le pueda joder; el hecho de que mis dedos pulsen tan poco el teclado del PC, es a todas luces un desperdicio de talento. 
Asi que vamos allá, pongo un pie afuera de tamaña desidia y comienzo tras un  redoble de tambores trrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr

RESTAURANTE MODESTO en Ferrol, donde si no...

Había estado en una única ocasión, aparte de esta en este clásico ferrolano y resultó un comienzo de semana más que satisfactorio. Así que, atraído sobre todo por su bodega, decidí volver tras meses de lunes ocupados en otros menesteres.
Si nunca habéis estado en Modesto, decir que está ubicado en las afueras de Ferrol, en la milla de oro de los clásicos ferrolanos que comienza en O Parrulo y sigue con este, El Medulio, y alguno más hasta llegar a A Gabeira en Balón. Es una milla bien larga, lo se...

Local nuevo, sin excesivo encanto, pero chulo, con parking privado, mesas bien vestidas, sala perféctamente acondicionada, carta clásica y lo mejor, Modesto; ese señor que sabe tratarte como si te conociera de toda la vida y que no te parezca mal. Tengo mis dudas sobre si puede leer el pensamiento...
Advertir, eso si, que aunque yo vaya a mi bola; este es uno de esos locales en los que pegarse una exitosa mariscada.
De la lista de vinos rescaté un Valtuille del 2.000, que en 5 años estará todavía mejor, pero en fin; mantequilla. Que nadie se asuste cuando vea los platos, pues mi intención era descorchar un blanco, pero no me resistí ante tal golosina y es que esa costumbre de comprar vinos y guardarlos unos añitos, está, por desgracia, en vias de extinción.


Wineexperiencies aparte, llegaron a mi mesa unas fastuosas cocochas de merluza en salsa verde de lo más top que zampé en mi vida. La salsita bien tramada los ajitos perfectos y las patatas de muerte. En otros tiempos habría repetido para el postre. 

Fuera de carta tenían unas carrilleras que se deshacían solo con mirarlas y tomé un dueto de quesos país-cabra E X C E P C I O N A L E S. Con ganas de volver de nuevo, aboné feliz mi cuenta y me regalé una tarde de playa, pues esta recomendable experiencia, tendría una inesperada segunda parte esa misma noche. 

Lo mejor de todo fue acabar cenando en Restaurante Marcial. Creo que si tengo que poner la mano en el fuego para recomendar una comida y que to cristo salga happy, me quedo con la solvencia de este negocio. Tremendo local, con tan buena atención, comida y carta de vinos a ese precio ¡no me se ocurre otro chic@!.

Esto es todo, poco ha cambiado el panorama por lo demás; Culler de Pau se convierte en el modelo a seguir tras haber avanzado en la linea de excelencia marcada desde sus inicios. Cuentan desde hace tiempo con un lustroso sumiller, capaz de aupar la wine list a la altura de la carta de manjares que el frontman Olleros pone al servicio del cliente, ayudado por uno de los mejores equipos que he visto funcionar. 


Casa Marcelo, en plan informal, también es la rehostia.


En el Alborada se puede tocar el cielo, gracias en parte a un Chef Dominguez, que desconcierta con unos remakes  de platos clásicos puestos al día -y redundo a propósito-. Hay quien cree que se copia a si mismo y yo no se si eso es malo, o está ya a nivel Kubrick.


Programar un viaje a A Curva de vez en cuando, debería ir bajo prescripción medica.


En Restaurante Cabanas se puede comer algo que no sea cocido y pasarlo bien. Además la sumiller, es muy atenta.

Yayo Daporta sigue = que como lo había dejado la última vez, pero con algún premio más.


A Gabeira en Ferrol, es un valor seguro para quien le guste comer y beber.


O Gaiterio continua siendo la mejor vinoteca en la que he puesto los pies.




En Lugo, abrió no hace mucho, Bulló Xantar; una taberna en plan modernillo, en la que se come muy bien.

El Timón Bar de la c/ Coruña, también en Ferrol, es la repera.


En A Cabana tienen Cuvée Nicolás Françoise Billecart '98 a precio de saldo... 


Y, por supuesto; Pedro Roca es Diós.


... en fin, no se que más contaros, habrá que ir al japo ese que abrió en La Coru, o dejarse caer por Vigo, que también hay novedades...
Tanto que contar y tan poco tiempo para contarlo. Cubito de yelo que hay. Cuelgo cuchillo hasta la próxima resaca. Ciao, ciao!!!

jueves, 29 de enero de 2015

Un poquito de A Gabeira, por favor...

Espectacular cena en casa del presi del NOVE, un honor haber regresado con sumo contento a este top ferrolano.

Poco que añadir a mis antiguas crónicas, salvo testimoniar que están pletóricos de forma y que continúan siendo un valor seguro. Os dejo con algunas fotos de tan dulce velada:

Vieira-Jamón. De otra manera...
Alcachofas con Huevos Versión Sublime.
Choco-cigalas; una de las mejores sopas de marisco de mi vida.¡Viva la cuchara!!!
Mini Hamburguesa de Anguila. Lo que hacía que no me zampaba una minihamburguesa buena de verdad....
Lenguado en modo SHOW. De lo mejor en pescados dentro de un menú en mucho tiempo. Me gustaría que la sencillez de este plato sublimemente ejecutado se tomase como ejemplo. Cocina sin bobadas que diría un grande.
El Pichón  y un fastuoso Arroz con Setas. Sabores auténticos -parece fácil...-
Foie crujiente por fuera, meloso y tierno en el interior, con Manzana Asada y suave Reducción de PX. La idea que me ha dado para currarme un foie glaseado... 
Manzana Verde, Chocolate Blanco... cremosa limpieza. Me comería tres.
Bizcocho con Kiwi, Granada  y Cereales embebido de una suave infusión de hierba Luisa.
Consumo esta breve crónica con un retrato de los vinos que nos plimplamos, para que os arda el culo, todavía más, por dejaros caer por el templo de Miguel Ángel Campos y su fabuloso equipo. 
Ganaron los dos de la izquierda, aunque estaban todos de vicio...
Un poco de buena música para despedirme, ya que me gusta harmonizar los post de este restaurante con piano; continúo la tradición, aunque hoy le pongo un poquito más de condimento:


Un saludo y muchas gracias.

viernes, 16 de enero de 2015

Destapando a DANINLAND (con lo bien que le sienta hibernar...)

A veces uno se aletarga,socialmente hablando.  Deja de tener cosas que ofrecer u observa que el panorama no está para narraciones peliculeras. Aún así uno acumula más y más bagaje y, sin ánimo de abrumar, es natural que la punta del iceberg asome por la superficie. 

Disfruté de mis vacaciones propiamente dichas -o semi, al menos- en una buena temporada y no puedo menos, que plasmar unas pinceladas de mis últimas vivencias durante este feliz periodo.

En un Tótum Revolútum de experiencias  gastronómicas, dejaré testimonio de algunas vivencias made in DANINLAND, por lo más que recomendable de las mismas. 

TOMA 1:En Restaurante Marcial, regalándome una de las grandes cenas de mi vida, de las cuales, en RCP me sobran los dedos de las manos, para hallar comparación:

Detalle de un buén pedazo de Empanada de Jabalí, regada con un Gorvia '07, a su vez servido en una copa Zwiezel de cristal soplado. 
Láminas de foie al estilo de O Gaiteiro, acompañadas de un pan de frutos secos y orejones BRU-TAL.
DE LO MEJOR EN CAZA QUE DISFRUTÉ ESTA TEMPORADA. En negrita, con mayúsculas y con GORVIA.
Un par de buenos quesos, que para unas copitas que me quedaban...
TOMA 2: Mis dos últimas experiencias en Pandemonium como evidencia de lo aconsejable que es eso de dejarse llevar, cuando uno se deja mecer por profesionales con ganas de hacernos disfrutar.
Jamás y digo JAMÁS, adivinaríais los demás vinos que me plimplé.
El Carpaccio  de Boletus con Vinagreta de Cítricos, buenísimo; la Navaja con Tocino, increíble.

Prensado de cocido, Arroz con Chocos...

Excelsa la Merluza con Setas encurtidas.
Postres golosos con Helados Caseros.

TOMA 3: Acio, ese peculiar gastroespacio que, por momentos, raya-ba en lo ideal. Lamentable el cierre de uno de los pocos grandes con personalidad propia. Enorme la pizarra, asentada la carta de manjares, impecable la de vino y un servicio con espacio propio, que interpretaba de maravilla la oferta del local. Hace dos telediarios que cerró y creo que no volveré encontrar algo similar, en la puta vida.
El Steak Tartare aliñado y emplatado ante mis narices y ensalzado con las burbujas de un Jacques Selosse.
No os imagináis los puntos que gana para el pirao que escribe, un garito con una buena selección de quesos.
TOMA 4: TIMÓN BAR, en muy buena compañía, exhibiendo optimismo y buen hacer por los 4 costados. En realidad da = quien te acompañe; si de verdad le gusta comer y beber, sabrá reconocer el gusto y la profesionalidad que está a su disposición.


TOMA 5: Regreso a A Estación tras un menú poco reseñable meses atrás, un do de pecho de uno de los grandes de mi zona. Si un 3 estrellas Michelín me da lo mismo que A Estación en esta ocasión, queda más que aprobado.

Detalle de uno de los aperitivos, además de una empanada sublime, algún que otro entreteniniento hasta la llegada de un jurel notable.
Y esto es lo que yo llamo un plato 10; increíble la calidad del pichón, perfecto de punto y perfecta combinación de sabores con sus guarniciones. Acompañado de un Guímaro Capeliños '11; una de las grandes comidas de este feliz periodo.
Hubo algunos quesitos para rematar la jugada con sonrisa de oreja a oreja....
Falta una última toma; la gran toma final, que será contada aquí, o puede que en casa de la vecina, no se... ...permanezcan atentos a sus pantajazz y lo sabrán ;-)