domingo, 5 de febrero de 2012

Restaurante PEDRO ROCA. en Santiago D. C.

Destino inminente para el Gourmet, o para el aspirante pertinaz...

En mi corta pero intensa carrera como gastroaficionado, he visitado buen número de locales y he llegado a una conclusión, atendiendo a las infinitas varibles que conducen a las misma con mis preferencias por bandera; pero tratando de ser objetivo: 

PEDRO ROCA es el mejor restaurante de cuantos disponemos dentro del territorio gallego.

Lógicamente me estoy refiriendo a "grandes restaurantes"; de los que automáticamente se excluyen gastrobares, cool bar, mega bar chachi-que-lo-lo-flipas, mesones, sidrerías, vinotecas, bistrós, tabernas...
Está claro que es opinión de servidor, pero ¿en que me baso para tan superlativa declaración?. Lo vemos a continuación:

-EL PRODUCTO: Supongo que si no eres un auténtico hacha; para disponer del mejor producto, no sólo llega con pagarlo. Hará falta mucha experiencia para toparse con los mejores abastecedores, además de un nombre lustroso; que es lo que atesora el Maestro Don Pedro Roca.

-LA FILOSOFÍA: Alta cocina en todos los platos; utilizando las más adecuadas técnicas ancestrales y actuales para tratar al citado producto. "Ausencia de lo superfluo", sin caer en un escaparatismo innecesario de cara a sublimar el producto; en el que sí han caído la mayoría de sus colegas de profesión.

-LA OFERTA: El cliente dispondrá de un menú degustación que realmente se basa en productos de mercado, a un precio contenido, teniendo en consideración los dos puntos anteriores y con el que nadie a quien de veras le guste comer; podrá huir de la satisfacción y la saciedad.
La carta es inusualmente extensa en entrantes, tanto para compartir como individuales, pescados, carnes y sobremesas. Todavía es más inusual que el disponer de tan alta oferta, no prive al comensal de disfrutar de gran cocina en cada uno de los platos.
La bodega está a la altura y no por ello, los precios se disparan.
-EL SERVICIO: Profesionalidad; experiencia y atención. No podía ser de otra manera; así que no se trata sólo de conocer el material, o el espacio en el que trabajan, lo cual es fundamental; si no dejar que el cliente fluya dentro de su velada y se sienta bien.
-EL LOCAL: Impecable; espacioso; rodea al cliente de buen gusto, amplitud, iluminación impecable y ¡horror, no hay música, ni manteles!!! 
En fin, creo que es una prueba de objetividad el que considere a un restaurante sin fondo musical; como el mejor de mi tierra. Los platos pesan; vaya si pesan:


Os lo creáis o no; esto no es un menú degustación.

 Pedí a la carta y tras el digestivo postre que véis a continuación...

 ...pedí este otro; por que está muy bueno y por que me encanta verme reflejado en esa deliciosa sopa de chocolate, mientras me lo como.
Si, lo se; aparte de ser una bestia parda, soy vanidoso; pero a ver quien se atreve a llevarme la contraria...


 ... y me apuesta una comida.

Estoy escribiendo esto 44 horas despúes de haber disfrutado los platos que acabáis de presenciar; mientras digiero un cocido de Porco Celta que me he metido gustoso entre pecho y espalda. ¡¡¡Viva o touciño!!!

P.D.: ¿Que opinan ustedes de las cocochas tamaño chuletón, cortesía de la casa?