jueves, 21 de abril de 2011

Allo & Aceite (II), Pontevedra.

Desde hace ya unos cuantos meses, el Allo e Aceite de Pablo Romero, se encuentra en el centro de Pontevedra, próximo a la alameda. (En el anterior enlace, podréis ver la ubicación exacta, así como unas cuantas fotos e información sobra el local ¡y la carta con los precios actuales!)
El local, dotado de barra, se orienta más al chateo que su anterior ubicación y parece ser que está funcionando bien por la cada vez más retraída costumbre de disfrutar del restaurante puro y duro. De tomos modos, en el soleado domingo de ramos en el que yo me dejé caer por allí, las mesas estaban ocupadas prácticaménte en su totalidad.
No es de extrañar, por que la cocina de Pablo Romero vende calidad a un precio muy contenido; el servicio es más que aceptable, la carta no ha sufrido grandes cambios y la carta de vinos ofrece un buen número de referencias  bien seleccionadas, con una RCP muy interesante.

Han dejado de trabajar el menú degustación (probablemente por encargo, no tengan problema en elaborarlo), lo cual desde mi punto de vista -como cliente- es un punto en contra; pero sé de sobras lo que exige disponer de un menú degustación y el escaso beneficio que suele dejar al propietario con respecto a la carta; por lo que estos tiempos e los que impera la supervivencia, el público mayoritario manda.

De la carta de vinos, escogí un LALAMA 2006, aunque no siendo mi mejor día para beber vino, disfruté más de la media botella que me llevé para casa, la noche del pasado lunes. Los vinos de Dominio do Bibei, poseen muchos detractores, pero este LALAMA no suele defraudar y con el acompañé los siguientes platos:

Por cortesía de la casa; un buen pedazo de empanada de vieira (o zamburiña, no recuerdo), con un relleno cocinado a la perfección y esa masa fina, traslúcida y ligera; alejada del típico mazacote que te obliga a regar con cualquier líquido que tengas a mano, para poder tragarla. Deliciosa.
Carpaccio de pulpo prensado con frutos secos (1/2 ración); de potente sabor, sin demasiados alardes, es una elaboración y una presentación diferente que sienta bien al producto , sin disentir demasiado con las preparaciones más clásicas. Buen comienzo. 



Las croquetas de choco en su tinta (1/2 ración), son un punto y aparte. Atómicas, no dejeis de probarlas, no os defraudarán.


El lomo de buey con salsa de queso San Simón es un buen plato; la salsa es más ligera y aérea de lo habitual (aunque no me gustó tanto como esperaba) y la guarnición es más que correcta. 
La pieza de carne, sin llegar a defraudarme, sufrió el peso de la cachena que me había zampado el fin de semana pasado en el Andarubel; sencillamente, con la selección de Luismi que degusté en Flavio Morganti, alguna de Maruja Limón y otra de Casa Marcelo, ha sido de la mejor carne de vacuno que probé y probare, en mi vida (y diría que superior a todas las mencionadas).


El postre, novedad fuera de carta, fue este plátano al tequila con helado de almendra. Muy rico y buena combinación de sabores, pese a que los plátanos estaban en un punto de maduración demasiado temprano. Se acompañó de un Oporto, aunque hubiese sido mejor un Moscatel...

En fin Allo y Aceite continua siendo una propuesta recomendable y baja la media de mis facturas de manera considerable. ¡PROBADLO!