jueves, 8 de julio de 2010

RECICLANDO UN RISSOTTO

Me está dando MUCHA pereza últimamente esto de dar recetas, en parte por mi naturaleza "vagoneta" y en parte por que durante los pasados meses una lesión en mi muñeca derecha, me ha apartado de mi cocina y me ha acercado de nuevo a la de mi madre. No os quiero contar lo que ha ganado el asunto en calidad y en precio.
Así que a continuación basándome en lo que hacía tan respetable señora para que, siendo yo un pequeño, me llevase a la boca algo que no fuesen kikos, colajets, nubes y demás trangalladas; os voy a dar una idea que me ha resultado en algo, cuando menos, curioso.

Partimos de un rissotto de panceta con setas sin setas ( se me olvidó comprarlas y por no volver a bajar...). Valdría lo mismo que fuese de gambas o lo que halla, vamos...
Si no sabéis como hacer un rissotto os recomiendo que lo miréis en internet; aquí os dejo una receta express:

PARA 3 - 4 PAX:

-Con una cucharada de aceite tostamos unos 60 - 80 gramos de panceta picada.
-Una vez tostada añadiremos 1/2 cebolla en brunoisse y cuando comience a transparentar añadimos unos 150 g. de hongos (boletus edulis perfecto) laminados, el arroz (300 g. pref. carneroli) y 1/2 vaso de vino blanco.
-Cubrimos el arroz con caldo de carne o pollo e iremos añadiendo más según admita hasta cocer el arroz dejándolo al dente.
-Cuando esté prácticamente listo, añadimos 1/2 vaso de parmesano rayado y otro 1/2 vaso de nata al 15%.
Con esto nos debería resultar algo parecido a esto:

Apreciaréis sin esfuerzo que el punto del arroz deja bastante que desear, en parte por falta de mano y en parte por que es el que se utiliza para incordiar a los novios en el momento de salir del edificio en el que han contraído matrimonio.
He ahí un par de ejemplos con mayor fortuna:





Bueno pues al día siguiente tenía un servidor de ustedes una buena pieza de buey y pocas ganas de cocinar, ¿que hice?

-Masajeé la carne con aceite de oliva V. E. y le apliqué pimienta molida (de seshuan que era la que tenía en el molino), tomillo, unas hojas de laurel y una ramita de romero.

-Sartén al fuego bien caliente; hilo de aceite y hacer al gusto.

-Lo que suelo hacer yo, es quitar la pieza de carne para un plato dejar reposar un minuto, envolverla en papel plata colocando a horno suave o sobre una plancha en el plato de presentación (para que aguante el calor).

- Medio vaso de vino tinto (ni Contador, ni de brick) a la sartén que estará hecha un desastre con todos los hiebajos medio quemados, una loncha de mantequilla y dejamos reducir. Si queremos acelerar el proceso añadiremos algo de maicena previamente disuelta en 1/4 de vaso de agua.

-Como esto va de reciclaje, el rissotto del día anterior va bien a modo de guarnición si soportais un aporte ultraproteínico y graso, como es mi caso (mi médico no opina lo mismo).

-Por último hacemos un corte chulo a la carne, sobre la que disponemos una escamas de sal y salseamos.


¿Se puede hacer algo con el rissotto al día siguiente? Pues yo que soy un valiente digo que si:

-Fabricamos una tempura, paso de más recetas, así que vale la del super.

-Hacemos unos quenelles con el rissotto recién salido del frigorífico, lo rebozamos en pan rayado (incluso con algo de perejil), lo pasamos por la tempura y freímos en un cazo con abundante aceite, bien caliente.

- E voilá mis quenelles de risotto.



- Haciendo más incapié en el tema reciclaje; estos son media latita de guisantes que tenía abiertos en la nevera (lo juro) calentados en la salsa de vino tinto del día anterior.
Os prometo que el resultado es más agradable de lo que, en un principio, cabe esperar. Por dentro nos sorprende un arroz cremoso y renovado.

Al final no me ha quedado tan mal; quizás me anime con un postre.