martes, 3 de agosto de 2010

Culler de Pau (O Grove)

Esta es una de las más recientes incorporaciones al Grupo Nove. Situado en una zona que ofrece unos bellos paisajes, se levanta este restaurante, con vistas a la Ria de Arousa en un edificio geométrico de lineas muy sencillas que combina el blanco de sus paredes con la madera, resultando en un marcado estilo zen-galego. Luminoso tanto exteriormente como en el interior que, tras una recepción en la que reina la madera desemboca en una sala abierta en la que es posible gozar del paisaje desde todas y cada una de las mesas.
Javier olleros; chef del restaurante, realiza junto al resto de personal de cocina y sala un trabajo impecable que debería hacer temblar a los más consolidados del grupo. La relación calidad precio es ciertamente difícil de superar.
Vamos con las cartas:
La carta de vinos, no es demasiado extensa, pero ofrece una estupenda selección sin disparar los precios. En esta ocasión elegí un Alcouce '05(D.O. Ribeira Sacra), el cual fue mi tinto gallego favorito hasta no hace mucho.
Para comer fui a por todas y pedí el "menú tradición" sin ni siquiera ojear la carta.

EL MENÚ
Aperitivo:

Empanada de Zamburiñas con su corroscos aparte y crema de calabaza con chorizo.Sublimes ambos con mención aparte para la empanada, que puede ser la más rica que haya probado y... será por que no probé a cientos...

Espléndido también en cantidad; otros harían de esto, aperitivo y entrante.
Entrante:
Vieira con salsa de cebolla caramelizada y cebolleta.
Espectacular la finura de las salas y la delicadeza de los puntos y temperaturas.

Segundo entrante:
Fondo de gelatina con crema y pisto de setas de temporada con hilos de wasabi?. Sin poder recordar al 100% los ingredientes que conforman el plato, si puedo declarar que fue una de las preparaciones más sorprendentes que degusté en mi vida. Soberbio.

Tercer entrante:
Una potentísima crema de setas con crujiente de pan. El día anterior había estado en Maruja Limón disfrutando de las exquisiteces que allí siempre ofrecen; el aperitivo fue una crema de setas que me pareció sublime. Esta la superó.


Siento ser así; pero tenía que decirlo.
Principal:
Lomo de bacalao confitado sobre crema de grelos y habas. En la imagen se adivina la perfección en el punto del pescado, la crema de grelos estaba repleta de finura y sabor y las habas, perfectas de punto (cocinadas, pero turgentes) mantenían su forma original.


Ingredientes tradicionales en una preparación elegante; puedo decir que no he probado un bacalao mejor y aviso de que no está entre mis "peces fetiche".

Segundo principal:

El turno de la carne se resolvió con una estupenda carrillera de cerdo acompañada de una guarnición que aportaba un acertado toque oriental.




Postre:

Requesón da Capela con helado de miel. Mejor el, para mi, conocidísimo requesón que el helado; pues el sabor a miel me resultó demasiado cargante.

Postre 2:
Torrija con helado de leche merengada sobre crujiente de cacao y crema de café. Supera esta torrija a todas las probadas anteriormente; siendo un postre relativamente común en los menús degustación que disfruté el pasado 2009.



Remató la jugada con un par de cafés acompañados ambos de unos salientables pettit fours de praliné y turrón. Impecable.


En fin, considero difícil, si no imposible, encontrar este nivelazo al precio que pagué:

70,30 Aurelios.