lunes, 11 de octubre de 2010

Restaurante Andarubel (Pontedeume)

El restaurante Andarubel; se sitúa en la comarca eumesa compartiendo espacio con el edificio del Centro de interpretación de la grandiosas Fragas do Eume; visita obligada para turistas y para los que no lo sean. Abrió su puertas en el 2005; pero como todo eso lo indican a la perfección en su página web; no quisiera enrollarme con un exceso de datos.
Desde entonces cabe pensar que ha recibido visitas de unos cuantos "blogueros", que preceden a la de un servidor; sírvanos como ejemplo la de Pantagruel Supongo.

Pues bien; en todos esos años, había disfrutado de mañanas y tardes en su amplia terraza mientras observaba un sinfín de visitantes de las fragas disfrutando de tan acogedor paraje, con el suave sonido del agua y los rayos de sol colándose entre las ramas de los árboles. Por mi parte, en más de una ocasión me perdí por los senderos que discurren en su interior. Para describir su belleza estas imágenes valdrán más que mil palabras:







FOTOS: manpali@hotmail.com (Gracias sr. Manolo, por aportar tanta calidad gráfica a este humilde blog.)
El último viernes del pasado mes de abril piso al fin, el restaurante regentado por Antonio Díaz Calvo y Cía; para disfrutar de su cocina. La excusa era disfrutar de las jornadas de vaca cachena (pinchando el link, podréis ver un vídeo de la presentación de las mismas); las cuales se celebraban por segundo año con una aceptación desbordante, hasta el punto de que en alguno de los locales participantes se vieron con algún que otro problema de existencias. Ya sabéis; para las siguientes; hay que reservar con antelación.
Actualizo; en breves (esto lo escribo un 12/10/2010) tendrán media vaca a disposición de la clientela.
En esta ocasión nos juntamos a comer dos larpeiros que escogimos toda la pitanza en base a la cachena, exceptuando unas deliciosas zamburiñas de la cuales habíamos oído buenos comentarios.
En la carta se encuentra una buena serie de entrantes el los cuales predomina el producto gallego; desde una apetecible tabla de quesos gallegos; hasta unas croquetas de jamón caseras pasando por las zamburiñas y así hasta unos 10 - 12 en total. El apartado de carnes no lo miré demasiado y en cuanto al de pescados vi un bacalao con grelos que me llamó mucho la atención, pese a no ser un fanático de dicho pescado. Precios bastante contenidos en todos los platos y en los que disfrutamos ese día puedo además decir que buenísima RCCP (Relación Calidad-Cantidad-Precio).
En cuanto a la carta de vinos, (a la cual ya le había echado algún que otro vistazo previo a esta visita, por lo que tenía una referencia bailando en mi memoria) se encuentra una primera página de sugerencias e incorporaciones recientes y una selección de D. O. bastante curiosa; sin demasiada extensión y con buena presencia de vinos gallegos. Al igual que la carta de comida, los precios bastante buenos en la mayoría.

De esta carta elegí lo que para muchos es un anti-vino, pero que a mí me pirra; un Numanthia del 2001 (la añada más antigua que caté). El paso del tiempo suavizó considerablemente el carácter de este caldo, que como ya he dicho en alguna ocasión no es apto para todos los públicos. Podéis ver varias impresiones sobre el Numanthia en esta entrada del blog Melvin.

El precio de Numantia rondó los 48 euros; justificados en mi opinión por el tiempo de almacenamiento. Almacenamiento correcto, dado que nos lo sacaron de la bodega diría que rondando los 15 ºC. Digo esto por que me parece preferible a tener que enfriarla y por que además, da confianza. A mediados de los entrantes y tras un correcto decantado, se mostraba en todo su esplendor.
Hablando de entrantes vamos con los mismos; la zamburiñas las preparan a la plancha con un agradable toque cítrico y un aceite de perejil que sumado a los jugos del bivalvo dan como resultado gloria bendita. Los bichos en su punto, caramelizados en el exterior y jugosos en el interior; primer olé por la cocinera.


A partir de aquí, nos tiramos a la carne; comenzamos por un delicioso carpaccio de cachena con queixo de ovella procedente de Allariz. Pimienta negra, un pesto de albahaca, una ensalada central de cherry con lechuga y la sal maldon servida aparte, completaban este plato de puro disfrute. No eché de menos el mid cuit en esta ocasión; el corte de la carne era finísimo, eso sí, probablemente le habría ido mejor algo de rúcula que la lechuga.

Mención aparte merece el queso de leche cruda de oveja que acompañó la carne.
Previo al servicio del principal nos sirvieron unos pequeños cortes de cachena pasados por la plancha de evidenciaban la enorme calidad de una carne de la que se debería oir hablar más.
Estaba sencillamente espectacular.
Como segundo plato; ambos larpeiros disfrutamos de un jarrete de cachena estofado en mencía de Betanzos, que junto con la guarnición de patatas y castañas, en perfecta consonancia y proporción con el plato, nos dejó saciados por completo. El punto de la carne correcto; aunque de la mejor ternera estofada que probé en mi vida ya hablé en una ocasión anteriorl (El Mercadito).


Finalizamos con un par de helados caseros de vainilla de (¿Tahiti?) y requesón da Capela con nueces caramelizadas, un par de cafés por cabeza y unos licores de los que podeis conseguir en la Agroalimentaria do Eume.

Un trato correcto y agradable, ayuda a redondear la experiencia; pasaos y ya me contaréis.