lunes, 21 de marzo de 2011

Casa de Comestibles, en A Coruña.

Permitidme este "Asturius Interruptus"; pero no quiero morir sin relatar esta gastroexperiencia:

Menú.-


Pan de harina de espelta.
Pan de centeno, soja, trigo, malta y semillas (pipas de girasol, sésamo y linaza).
Snacks de empanada sin levaduras.

Mantequilla de albahaca y Aceite arbequina de la Boella.


SALMÓN SALVAJE "SOCKEYE" de ALASKA en tres preparaciones:

Tartar con toques de ceviche y jengibre (viaje a Perú).
Tartar con toques de fruta de la pasión y soja (viaje a Japón).
Tataki con toques de ajo y aceite mediterraneo...




Sopa de erizos de mar crudos con ravioli de salmón salvaje y berenjena.



Vieira GALLEGA asada con sésamo, champiñón, mollejas de cordero y caldo de pichón.



Dorada SALVAJE, braseada sobre su piel con arroz cremoso de chocos.



Terrina de foie gras en dos texturas, mus y micuit, rellena de guisantes.


Cerdo IBÉRICO DE BELLOTA, asado, pan con tuétano de vaca y salsa de trufa.


Postres.-



Falso membrillo de Mango con sorbete de Coco y Frambuesa.



Pan de espelta "reseso" hecho una torrija con tofe y manzana asada con helado de habas tonka.

Bombones de Manjari, de Ivore y de Guanaja.

No comentaré todos los platos; espero que el nombre de los mismos y las imágenes, den respiro a mis torpes dedos. 
Como el pan preparado en la propia casa, habla por si sólo, os contaré que esos snacks de empanada de simple apariencia, tenían un pleno sabor a empanada, pero eran tan ligeros que se deshacían en boca con pasmosa facilidad.
La dificultad del triple plato de salmón-¡por favooooor, ese sorbete de fruta de la pasión!-, la finura del Tataki y la perfecta fusión con esa especie de pil pil de ajo.... Si de emocionarse se tratase; podría haber pagado en este momento y haberme largado a tomar el aire.
El tamaño de la vieira, la complejidad del plato con tantos elementos, todos sin fisura en punto o temperatura y sabor, sabor, sabor....
O la mejor Dorada que comí en mi vida y punto pelota; que continuaba con una terrina de foie diferente a cuantas haya probado (y he probado...).
Que no se me olvide la sopa de erizos y un largo etc, que formaban un plato que expresa a la perfección mi tan reiterado concepto de FINURA
De nuevo finura encontramos en el falso membrillo de mango y no os cuento el sorbete de coco - uno de mis sabores favoritos, que encuentro desplazado e incomprensiblemente desprestigiado en paladares ajenos- agraciado y bendecido por la Francisco Jet.
En la torrija encontré temperatura, y una combinación de sabores de lo más golosa.
Son dos postres sin mi amado chocolate, pero creo que nunca me ha gustado tanto este apartado en CDC.
Aunque sin duda lo que más profundamente me ha tocado del menú ha sido el exquisito cerdo ibérico, con la impecable escolta de un orejón, una tosta de tuétano y una salsa de trufa  irrepetible.
Si quiero imaginar la cocina de los grandes entre los grandes (y no se por qué pienso en Francia), en dicha imaginación está una salsa tan fina, tan hábilmente ligada y tan plena de sabor. Le comente al chef, lo que me había impactado y sacó el pecho justo para comentarme que se había colado unas cuatro veces. 
Con ese brillo y esa limpieza me creo cuatro como cuanrenta refinados; chapeau, maestro.

De beber, tomé una manzanilla, que llegando a la vieira, dio paso a la apertura de un vino glorioso; el Clio '08. El ensamblaje de uvas resulta en un vino delicioso, con el que es complicado aburrirse y que esconde demasiado bien los 15,5º que marcaba la etiqueta. Debí haberla ojeado antes de dejar la botella prácticamente "caput".

Tras un par de cafés, necesité un armanag, para digerir tanta calidad y cantidad de comestibles. En un cálculo rápido, se me antojan 200/300 gramos más de producto que un menú degustación gallego standart.

Recuerdo a Wim Mertens sonando largo y tendido mientras degustaba lo arriba relatado, como parte de la banda sonora de una catarsis emocional, que me cuesta explicar. Tratar de explicar la emoción es algo  difícil para cualquiera, para un "lestrán" como el escribe estas lineas lo es más, o directamente es imposible; pero como me he tomado un par de copas de PALO CORTADO  y sin que sirva de precedente, ni ejemplo:
A quien se le haya asomado una lagrimilla por el ravillo del ojo y sus pelos se hayan puesto como escarpias con el Boock Of Saturday de King Crimson, un tremebundo sólo de guitarra de Mike Stern,la cálida voz de David sylvian,  la rabia vertiginosa de un sólo de batería de Terry Bozzio, Nina Simone, The Mars Volta en un viaje solitario, de noche por una autopista, o el que sea que os guste... empezará a ver algo.
Quien haya recibido el regalo oportuno en el momento idóneo y de un ser querido...
Quien puesto de lo que sea, haya entendido a un semejante en un simple cruce de miradas (¡ay la "nutrición del espíritu"!; por que derroteros nos ha llevado a algunos...).
Quien se haya sentido cómo en silencio; mientras la mirada de sus amigos se perdía en una lluvia de estrellas.
Quien haya vivido estas y otras situaciones de índole similar; se habrá emocionado. Quién las haya vivido y no haya exeprimentado emoción, es una piedra y no sabe leer, o sea que ¡fuera de la carretera!
 Esos calambrazos que atraviesan nuestros cerebros, en forma de euforia, nostalgia, desconcierto, alegría, ansiedad, pena... todos esos elementos y muchos más forman las emociones que a su vez desembocan en empatías, apatías o indiferencia si son nulas.

Por si alguien lo duda, podría seguir, pero pocos desearían haber leído lo que yo considero una emoción y a lo mejor, prefieren datos más tangibles. Un rápido vistazo a mis anteriores visitas a CDC , transparentará el inconmensurable nivel de calidad que ofrece el restaurante de Jordán & Cía. Si habéis comido a este nivel sin tener que arrimar 20 pavos más, que los 42 a los que se vendió este menú degustación (bodega aparte), me decís donde y allá voy. Ya no voy a poner como condición que dicho menú tenga que salir de una cocina como la del sr. Jordan; por que ya no me creería nada y de ingredientes 100% saludables, ya ni hablamos...

Podeis pinchar sobre los siguientes enlaces, los cuales conducen a los diferentes menús que tomé en CDC y en los que no hallaréis repetición de plato alguno:

VISITA 1               VISITA 2

VISITA 3               VISITA 4

Para bien o mal, he dicho.