domingo, 18 de abril de 2010

Casa Pendás (Narón) y su amplio mosaico de emociones.

Tras una reciente visita a mi restaurante de cabecera, me veo con el ánimo de cumplir la promesa que hice al final del primer artículo que se publicó en este blog. Tal promesa, era la de relatar el menú degustación del que había disfrutado en Casa Pendás.

En vez de eso, tras varias visitas, me decanto por ofrecer un mosaico con más imágenes y menos palabras de lo normal en este blog. Dentro de esta serie de imágenes se podrán ver dos menús degustación de distintas características; las cuales señalaré. Además entre el primer y el último menú degustación se podrán ver las imágenes de una de las veladas en las que compartí una cena a la carta. Este hecho me permite concluir en que por escueta que pueda parecer la carta de comidas, en las seis ocasiones en las que comí en Casa Pendás durante poco más de un año nunca repetí ningún plato, a excepción del exquisito postre que había elegido en mi primera visita al restaurante. Otros prometen más y se aburren desde la segunda vez.

Me gustaría recordar que durante el tiempo transcurrido entre la primera entrada y esta misma, el Grupo Galicia Gourmand tuvo su puesta de largo en el pasado Forum Gastronómico de Santiago.
Aprovecho para disculparme por la deficiente calidad de las fotos, tanto dentro de esta entrada, como en las demás. Advierto, eso si, que algunas de ellas pertenecen a una amistad con seria afición por la fotografía, que ya ha expuesto en varias ocasiones y que debido a la enorme diferencia del resultado, creo que se diferenciarán sobradamente.


Las cartas señalan distinción; por su acertado diseño y la información que dispensan. No se trata tan sólo de una encuadernación estética.








Empezamos este menú de menús con un Menú Degustación que disfruté el pasado septiembre.
El precio del menú es de 37 euros (IVA inc.) y el total de la factura con un Silvanus (D.O. Ribera del Duero), Agua Voss y pan; ascendió a 66 euros.
Calabacín en tempura de aperitivo. Entretuvo.

Carpaccio de atún con piñones tostados y algo de jardín (¿berros?). Puro disfrute de finísimo corte y textura con un potente sabor.





Croqueta de jamón con crujiente de cerdo y tomate. Magnífica creación; sorprendente además. De potente sabor, con la cubertura crujiente a modo de peta zetas de cerdo, brocheta a modo de pirulo tropical, el contrapunto fresquito que aporta el tomate...




Vieira rebozada con boletus y crema de boletus. Otra visión del mar y montaña con la vieira de protagonista. Puede que la vieira sea mi bivalvo favorito; ¿es esta la mejor que he probado?... pues diría que no, pero es diferente y muy rica.






Taco de atún con salsa de marmitaTACO de atún con salsa de marmiTACO de atún...

Magret de pato con frutas y compota de pera al vino. Plato estrella, me reservo el derecho de pedirlo de primero y de segundo en alguna ocasión venidera. O mejor empiezo con un mid cuit...


Requesón (da Capela) con helado de miel. Clásico revisado.



Torrija caramelizada, con sopa de vainilla, canela... ...¡ que rica !



La siguiente serie de fotos contiene la clásica cena-homenaje para dos con dos entrantes para compartir, dos principales y dos postres. Si sumamos a la pitanza una botella de Hombros (D.O. Bierzo), otra de Viña Mein (D.O. Ribeiro) y pan; la cuenta suma la redonda cifra de 100 euros. Cena completita podría decirse.

Zamburiñas a modo de entrante y pimientos do Couto a modo de aperitivo. No dejo de hacer la comparación odiosa del menú; muy buenas las Zamburiñas pero no de llorar, como las de Chef Ribera.


Tosta de pan con pasas con chorizo y huevo a baja temperatura. Suena bien, sabe mejor.

¡Pídanla; hagan el favor!


Entrecote de ternera con patatas panadera. Del punto de la carne creo que hablará la imagen por si sola, contundencia de agradecer.


Merluza sobre pisto; plato grandilocuente en todos los aspectos.


Cañitas fritas rellenas de crema con toffe y helado. Postre completo; contrastes de texturas y temperaturas.

Cremoso de queso de Arzúa con fruta, compota de manzana y frutos rojos. Tengo una amistad que lo calificaría de "historico -nuclear".

(Las fotografías fueron tomadas por D. Manuel Feal Cernadas)

Por último un menú degustación personalizado a petición de quien escribe estas lineas. Lo disfrutamos 8 individuos. El precio de este Menú Degustacion es de 40 euros. No diré el total de la factura, por tratarse de una cena celebración.
Palitos de sésamo con mahonesa de soja.
Combinación soja - sésamo, siempre bien.
Aperitivo cuando menos, entretenido.









Caballa con Joselito. Fino, casi minimalista y un mar y montaña brutal, a fin de cuentas.









Helado de foie con bastoncitos de manzana. Sorprendente; un recipiente contenía los comestibles y a su vez descansaba en otro recipiente con hielo, lo cual prolongaba el
tiempo de disfrute del plato. Quizás lo hubiese preferido menos dulce






Fabes con almejas. A mi sensación interna de ¿¡a que carallo viene esto!?; sucedió la de ser el salado más rico de toda la noche.
Ejecución PERFECTA.








Anillas de calamar con fondo de cebolla y aire de tomate. Me hubiese gustado que la temperatura de servicio fuese levemente superior; más habiéndose servido en un recipiente tan cuco.
Eso si, el profundo sabor final queda como recuerdo de un producto de calidad.






Merluza a la gallega con crema de guisantes.
Para muchos de los asistentes la mejor que habían probado.









Solomillo cocinado a baja temperatura con calabacín y boletus.










Higo al cava relleno de helado de requesón.
Impecable combinación de sabores; para comer con los ojos cerrados.
En otra ocasión, podría resultar pornográfico.









El cremoso de Arzúa en una presentación adaptada al menú degustación.
Sin duda un postre de 10; suave y fino de textura, sabores con carácter, la frescura de las frutas y la reiterada utilización de un producto gallego como protagonista.






Helado de arroz con leche (creo, a esas alturas nos podía la saciedad). Un clásico, llevado al mundo helado.









Tejas y gominolas de aceite de oliva.
Además nos sirvieron otras dos barquetas
con trufas de cacao y trufas tandori. Estas últimas con un fortísimo carácter, me encantaron.
Como se observará, el aspecto que mejor define la cocina y el funcionamiento de este restaurante es la regularidad y la evolución lógica.
Ojalá continuen por ese camino.