domingo, 30 de enero de 2011

Casa de Comestibles


Advierto a los lectores que escribo esta entrada sin poder alimentarme como es debido  desde hace unos días (gastrointeritis) y me perdonaréis si decidís continuar adelante en su lectura.

Tengo una incontestable tendencia a divagar y a discurrir las mas rebuscadas paridas. El caso es que cuando alguien me pregunta sobre la situación de este restaurante, suelo decir que está cerca del cementerio de Orillamar; también digo que está próximo a la policía local. Estas extrañas explicaciones se deben a que, en mi caso, el nombre de una calle casi siempre es información incompleta hasta que se acompaña del nombre de algún local, ya sea un bar, restaurante, sala de conciertos, teatro, etc, etc...
Peeeero, he de incidir en que señalo proximidad con un cementerio; eché cuentas y me salieron unos cuantos de mis locales favoritos encasillados en similar circunstancia. ¿Habrá por tanto un factor intangible que ayude a que los locales que se sitúan en tal emplazamiento sean de mi especial agrado?
¿Tendrá que ver con la paz que se suele respirar en tales lugares -los cementerios- , salvo, claro, está en dramáticas circunstancias?. ¿O quizás hay algo que trata de recordarme a donde me llevará mi conducta?

No es la primera vez que comienzo la narración de una experiencia gastronómica con una introducción similar en cuanto a lo tétrico de la misma. Se que a algunos de los lectores incluso puede que les parezca de mal gusto; pero confieso que hasta me he llegado a reir mientras lo redactaba y estoy seguro que si se lo contase  a cantidad de señores mayores de aldea; tendrían una respuesta ingeniosa y cargada de retranca.

Abandono por el momento esto del desvarío mental y paso a contar por encima lo que ha sido mi última -hasta el momento- visita a CDC. No puedo dejar de señalar lo que ha sido una de los mejores posts de visitas a restaurantes que he leído. Mi visita y la LA BARRIGA DE LOLO se distanció en el tiempo sólo unos cuantos días; por lo que será fácil hallar puntos en común; pese a la radical filosofía de MERCADO que posee el personal de Casa de Comestibles.
Insisto a quienes no lo hayan hecho, a leer esa entrada, por que no he visto a nadie que en una única visita a este restaurante, diese una visión tan lúcida y exacta de lo que significa para un gastroaficionado, una experiencia en el mismo.

Local: Chulo, no se ha podido aprovechar mejor y recordad siempre que disfrutaréis de una inigualable selección musical.

Personal: 11 sobre 10 y escribo esto sin ánimo de peloteo y sin haber disfrutado degustaciones gratuitas como se ha dicho por ahí (recordad que no he comido durante días).

Hasta el momento en CDC siempre he gozado de una estupenda escolta de delicias, incluso previo al disfrute de los platos, que en esta ocasión  se ha compuesto de:

Pan de Espelta , Pan de Centeno y trigo con semillas.
Aceites Arbequina de "la Boella" , de Argan y de Café.
Mantequilla de Pimentón de la Vera.
Impresionante selección de aceites; yo suelo tener por casa el de la Boella . La mantequilla de pimentón, rica, rica, como siempre.
Ensalada de anguila y verduras asadas con aceituna negra; ¡pedazo aperitivo!, rotundidad de sabores con la anguila y su ahumado reinando sobre todos. ¿Donde deja esto a muchos de los aperitivos que he probado?. No es que quiera darme a las comparaciones, pero...
Sopa fría de Centolla gallega; sublime; en su momento, me sobrepasó y me dejó sin palabras, o sea que el acertado adjetivo lo quito de la descripción, que un conocido hizo del plato.
Vieira braseada con patatas , guisantes y berberechos. Un 10 en el punto, tanto del producto principal, como de la guarnición. No os podéis imaginar lo que he disfrutado zampando uno de mis espécimenes favoritos; que por cierto era de cuchillo y tenedor. Única pega, no del plato, si no de todo el menú; excesivo punto de sal. -no quiero decir que el punto de sal estuviese alto en todo el menú, si no que no halle otro defecto en el mismo-
Lomo de Cabracho asado, con ajos confitados , espinacas con piñones y pasas. Otro pescado que tomo en esta casa, que se sale del mapa, con su suave sabor "alangostado" ayudado por la sutileza de su guarnición y de su jugo. Tomen nota los cocineros que sólo parecen saber cocinar merluza.
Foie Grass a la plancha, orejones en compota, a la plancha (previo confitado en su jugo) y helado, espinaca, triguero y granada , con un toque de moscatel reducido. No puedo estar comiendo esto y no ser feliz.
Lomo de Ciervo marinado en mostaza , con higos; este fue el plato de la lagrimita. Queda demostrado, me gusta la carne, es más; me sigue gustando más que el pescado, hasta el punto de sonrrojarme al pensar en las sensaciones que experimento cuando deslizo el filo del cuchillo por la pieza y encuentro el punto que encontré en este lomo perfectamente condimentado y cocinado.
Se acompañaron estos platos de un magnífico R.D.R. del '06.

Doble Pasión (sorbete de fruta de la pasión y dulce de la pasión ejecutado sin gelatinas ni mejorantes), este postre es una dulce manera de desgrasar la boca y lo demás son tonterías.

Torrija de plátano caramelizada con natillas y helado de chocolate guanaja. La estrella del apartado dulce sin duda; como no, con chocolate. Sabores de la infancia, dirían muchos; yo todavía no la he pasado...
Acompañé estos dulces con un Moscatel Fdo de Castilla.
 
Para el café Lavazza me sirvieron unos deliciosos bombones y un hojaldre; además de un chupito de la deliciosa crema de arroz basmati con pistachos que había disfrutado en ocasiones anteriores.
 
Permitid una última reflexión más seria que la del principio. He tomado en este menú comida para parar un tren y lo cierto es que mi estómago no está tan "en forma" como hace un par de años. El día después, también habla y mucho, de lo buena que ha sido la cena de la noche anterior. El caso es que en esta ocasión, me percaté de que me sentía más como si hubiese salido de una sesión de Spa con su masaje y todo, que de una opípara cena.
Creo que comprendí en esta ocasión, más profundamente que nunca, el por qué de la elección del nombre de este pequeño gran restaurante internacional de fina y elaborada cocina de mercado.

-CasadeComestibles-by Jordan & Cía