lunes, 7 de junio de 2010

Allo e Aceite (Pontevedra)

En un caluroso día agosto tras una larga jornada playera me decido a probar el Allo e Aceite de Pablo Romero.
Por aquel entonces se ubicaba en Marín próximo al centro, posteriormente se han mudado a un nuevo local en Pontevedra.
El antiguo local se presentaba tras una fachada sencilla en el bajo de un edificio. Tras un recibidor acondicionado con mesita y asientos, se accedía a una amplia sala que disponía de unas tres mesas grandes y cinco pequeñas desde las que se podía ver gran parte de la cocina tras una especie de barra. No tiene sentido pararse más en la descripción del establecimiento y si barajar la posibilidad de visitarlo en su actual ubicación.

En esta velada, trabajaban en el local el chef y una camarera. Tras la cena me enteré que ambos son cocineros. Me hicieron un par de recomendaciones dentro de su agrupación de las que recuerdo el Pandemonium y un tal Solla.

La carta posibilista y de mercado me recordó en estructura a la del Pandemoniun, al igual que el menú degustación que disfruté, con estructura similar y, al menos en esta ocasión, superior resultado.

En cuanto a la carta de vinos, nos encontramos con una cantidad de referencias y D.O.más que aceptable con precios contenidos. Mi elección, un Pétalos de Bierzo '06 de la bodega Descendientes de J. Palacios con D.O. Villafranca del bierzo. Este vino a base de uva mencía sorprende en su redondez, pero resulta un pelín plano (aunque se percibe con claridad un fondo de fruta negra que tanto me seduce); se podría haber escogido algún tinto gallego a menor precio y más divertido, aunque reconozco que los mencía del Bierzo caen en mi paladar con mayor peso.

Empezamos el menú con un fresco aperitivo presentado en chupito; un paté de aceitunas negras con anchoas. Muy "Pepe Solla"; interesante.
Continuamos con una delicia que no me importará repetir en venideras ocasiones; el salmón salvaje marinado en soja con mostaza y reducción de módena. Producto de primera, con la preparación adecuada para lograr un sabor y textura deliciosos. Suavidad, tersura, sencillez, maravilla.



El segundo entrante da el paso a la cocina con temperatura con unos lomos de sardina sobre tomate seco con rexós y vinagreta. Creo que con sólo mencionar los ingredientes a todos se nos forma en la cabeza el delicioso resultado. De nuevo producto sencillez y punto.



El pescado pricipal fue un rape a la brasa con chocos. Buena pieza de pescado, aunque un pelín dura y escasa de sal. Reconozco que el plato gritaba por un blanco.


Rematamos con el lechón con patata al horno y verduras. Buenísimo, sabrosísimo con las mútiples texturas que ofrecía el rectángulo de carne. Muy buena la guarnición y perfecta la cantidad, al igual que el resto de los platos.


No recuerdo con exactitud, pero creo que el primero de los postres fue una crema de arroz con leche con virutas de chocolate. Muy goloso.


Si recuerdo este último; la torrija al horno con sorbete de vainilla y espuma de naranja?


Impresionante textura y combinación de sabores y temperaturas. Grandioso final

A la hora del café, no faltó el detalle con una buena selección de azúcares y unos pettit fours formado por una trufa y una espuma de gintonic con peta zetas de limón. Así da gusto.
Otro aspecto a señalar es que el menú se acompañó de dos riquísimos bollos de pan; uno clásico y otro de maíz con pasas.

Ciertamente, para el tipo de cocina que practican, el local, servicio y detallismo (pettit fours y esas cosas) resulta muy accesible.

LA CUENTA:
2 Cabreiroa única.....3
Café...................1,15(N.P.N.A.Q.H.I.)
Pétalos del Bierzo....22
Menú degustación...36
Total: 66,49