Julio del 2009, me dispongo a visitar uno de los restaurantes del Nove más próximos a mi morada.
En las afueras de Ferrol, en dirección a Doniños, se encuentra este establecimiento a pie de carretera, pero en una zona tranquila.
El local es una casa, tal cual; al acceder al interior de la misma, pasamos a un hall agradablemente oscuro. De frente se encuentra una pequeña barra que se ubica en un cuarto de cierta amplitud y que no tiene ambiente de bar, pero casi. Para que me entendáis os daré un dato; hay un televisor.
Tras haberme recibido, sigo a un camarero hasta uno de los comedores, en el cual aguarda mi mesa. La sala es de corte ciertamente clásico (al igual que el menaje) y tiene vistas al exterior, nada del otro mundo, pero se agradece la iluminación natural.
Como ya he visitado el restaurante en más de una ocasión, puedo advertir de que la iluminación nocturna me resulta totalmente excesiva, cuestión de gustos claro está; pero el sitio podría ser bastante más cálido y acogedor, si variasen esta circunstancia.
En cuanto al servicio, puedo decir, también tras varias visitas, que resulta bastante profesional pero mejorable en cuanto a atenciones y comunicación con el comensal.
Vamos con el menú; mi elección de cara al caldo fue un Roda '04; buen Rioja, pero no llegó a entusiasmarme al nivel de los 35 euros que costaba la botella. Diré a groso modo que resulta un pelín "clasicote".
De la carta de vinos debo decir que es ciertamente amplia y con una sólida selección.
Mi elección para el primer plato fue un salteado de verduras con langostinos y jamón ibérico. El punto de las verduras era buenísimo, al dente y la combinación de sabores excelente. La verdad que la ejecución del plato fue impecable, aunque he de reconocer que no es "mi plato", de hecho lo pedí por que me apetecía comenzar con algo ligero.
En cuanto al plato principal, escogí la pechuga de pato Barbarie con salsa de cítricos y ravioli. Memorable, de morirse; tanto la carne, como la guarnición y el conjunto del plato en si mismo, que resultaba un alarde en todos los aspectos. El punto de la carne era el ideal, la salsa de cítricos una alegría para el paladar y con la finura de los ravioli resultaron en un éxtasis culinario. A día de hoy no probé un pato mejor preparado y eso que tengo una especial debilidad por esa carne. Siento ser pesado, pero reitero que este plato es una auténtica exquisitez que no os debéis perder si visitáis este restaurante y se encuentra en carta.
Para el postre escogí unos rulos rellenos de crema acompañados de un sorbete y la verdad que me llevé una grata sorpresa, pues pese a tener los postres en carta, me los cantaron de carrerilla (CRASO ERROR). Lo cierto es que si hubiese visto la carta, hubiese escogido otro que seguramente no me gustase tanto y es que el postre estaba impresionante; tanto que me costará no repetir cuando visite de nuevo el local.
En definitiva, A Gabeira es sin duda una propuesta sólida y consolidada a través de las generaciones que lleva funcionando, pero no le vendría mal el pulido de ciertas asperezas de cara a que el cliente pueda tener una velada más acogedora y despreocupada en cuanto a su atención.
Quizás también se podría ajustar el precio de alguno de los entrantes.
Digo todo esto dejando claro mi concreto punto de vista.
Más que recomendable de todos modos, se puede encontrar un excelente tratamiento de los productos (bastantes de ellos autóctonos y con buena selección de pescados y mariscos) en una cocina clásica con el toque justo de innovación.
Algo más a tener en cuenta es que, pese a no reflejarlo en la carta, disponen de menú degustación, siempre y cuando se encargue con unos días de antelación. Cuando menos el pasado mes de diciembre todavía era así; pues hablando con Miguel Ángel, chef de A Gabeira, percibí la posibilidad de que podrían dar el paso a incluir el degustación en carta. Por cierto Miguel Ángel resulto ser un señor muy agradable y dispuesto a la conversación e interacción con el cliente; se agradece.
Resumes bien lo esencial de A gabeira , se come genial y falla el resto , yo personalmente no me quejo del trato ,cuando he ido siempre bien , aunque es cierto que tiene ese toque casa de comidas , como cantar los postres pero insisto en que he tomado allí platos memorables.Como anécdota contar que hace unos 8 años yo trabajaba en Ferrol y organizamos un congreso gallego cuya comida de clausura fue en la Gabeira con un menú degustación que aun recuerdan los compañeros como de lo mejorcito incluso algún veterano que había pillado la época de auge de Toñi Vicente había comentado "se come mejor que en Toñi" sorprendido porque gente que no tiene la proyección de estas figuras tan mediáticas (otra vez la palabrita) lo hagan tan dignamente.También recuerdo unas jornadas de caza allí con caza de verdad , no piezas envasadas al vacio criadas en cautividad...fenomenal.Mi apoyo total a la Gabeira.Braintraining
ResponderEliminarPues si, Braintraining; yo conozco a un señor que tomó el degustación de Miguel Angel Campos y dijo quedar más impresionado que con uno de Marcelo Tejedor de uno o unos días antes. Reconociendo que no tiene por que ser la tónica, pero ahí quedó.
ResponderEliminarSaludos.
No estoy de acuerdo , pero que tiene que aportar el pato , el langostino y el jamon iberico a el producto gallego, pero no hablamos de RESTAURANTES GALLEGOS ?
ResponderEliminarAnónimo; pese a que estoy totalmenmte a favor de los renovadores de la gastronmía gallega y aprecio el trabajo que para lograr estos objetivos, se realiza dentro del grupo Nove, o fuera ( Casa Pendás sería un muy buen ejemplo), pero tampoco soy de la opnión de que la cocina gallega me guste más que, por ejemplo, la vasca (hablando incluso en términos tradicionales).
ResponderEliminarEn cuanto a la carta de A Gabeira habrás podido leer dentro de la misma entrada: "productos (bastantes de ellos autóctonos y con buena selección de pescados y mariscos)"
Otra cosa es que salvo que esté dispuesto para un menú degustación, suelo pedir los platos guiado por mi instinto y mi irrefenable impulso de disfrutar de un buen vino tinto. De ahí, que en muchas ocasiones escoja foie y cosas por el estilo amén de todo tipo de carne; preferiblemente caza.. Ese es el kit de la cuestión, que me guio por impulsos pueden desmbocar en productos franceses, andaluces,japoneses o de Navarra, Vilagarcía, Ourense...; me da igual