Dejaré constancia, en una serie de post con el título que se lee arriba, de mis ñapas más recientes, que aparte de servirme como alimento, solucionaron esas mañanas, tardes, o noches en las que no te apetece salir (o más bien NO SE PUED€ ) y te enfrentas con mayor o menor suerte a los fogones.
Como soy muy fan de David de Jorge; os repetiré el consejo que no deja de dar programa tras programa:
"Quitaros la pereza y poneros a cocinar, que es lo mejor que os llevaréis de este mundo".
Aunque el resultante sea la ristra de chorradas que veréis a continuación; siempre es mejor que la enfermiza comida industrial.
DOS RODAJAS DE SALMÓN (que no era salvaje, pues se dejó hacer sin oponer demasiada resistencia), UN ASALTO A LAS ALACENAS Y AL FRIGORÍFICO. A VER QUE SALE... -Aunque lo parezca, no intentaba hacer sushi-.
Primero de nada, que nadie ponga como excusa el no disponer de tecnología punta. Yo, de vez en cuando, hago platos dignos en el artilugio que veis en esta imagen.
De las ventajas de vivir en un humilde piso de alquiler en vez de estar ahogado en una hipoteca, ya hablan los demás post...
Cuando no se sabe bien que hacer, lo más divertido -o a mi me lo parece- es olvidarse de métodos y hacer tormenta de ideas con un lote de ingredientes. Claro está el ingrediente principal, merece que le dediquemos su tiempo
Aquí ya tengo algo parecido a un ceviche y unos tacos desiguales, poco vistosos, pero sabrosos con el marinado de salsa de soja, aceite de sésamo y AOVE.
Un aliño, me recordó; "tengo en la nevera una lechuga en grave peligro de descomposición y a los amantes de los rallyes que vociferan en el salón, con la misma les apetece picar algo"
El ceviche (llamarle X, si lo prefieren), sobre una patata bien cocidita, con su piel y todo.
A mi, que soy un guarro del copón, me gustan las pieles crujientes, con su grasilla interior acabando por formar parte de mis niveles de colesterol y, por lo que se vió, a alguno más también.
Lo dicho, no quería hacer sushi, sashimi, ni nada de eso; pero debí haberme pensado mejor como se come esa salsa con almendras con brochetas... Creo que con esto me bajaron una barra de pan, si es que con comensales agradecidos, ¡no hay fallo!!!
24 horas después, estos tiernos tacos de salmón marinado con un leve salteado, me sirvieron de cena ¡estos si!!!
Enhorabuena, si señor, tiene todo una pinta cojonuda, por lo que veo eres otro friki como yo...lo acompañasteis de algún vino???
ResponderEliminarUn saludo.
p.d : por cierto arriba el alquiler!!!
Hola Jordán Cortés, ¡pues ahora que lo dices, si!!!. Lo acompañamos de un cavita Summaroca básico, que es el que me regalan en la cesta de navidad. Tampoco eran los platos merecedores de un Huget Gran Reserva...
ResponderEliminarsi señor!!!
ResponderEliminarpa la proxima avisa hombre
no puedo estas mas de acuerdo con varias de reflexiones que haces en el post
arriba el cocinar en casa como manera de disfrutar y de comer de lujo!!!!!!
si tuviera pasta quizas pensara de otra forma, pero pa los probes ye lo que hay :-D
¡¿Que pasa Don Lolo?!!!, ya te avisaré, ya; ¡pa comer hai xente!!! jejeje.
ResponderEliminarLa verdad que lo tuyo es de otra galaxia, lo que sucede es que a veces veo los jetos de algunos colegas y alucino. Lo que trato de transmitir es que cualquiera con un poco de ganas, puede pasar un rato divertido sin llegar ni a la mitad del nivel que tienen sus madres (p. ej.) para guisar.
Cocinar estas chorradas en plan desenfadado y quitándole hierro, es una muy buena manera de pasar el rato y además te dan para comer. ¡Que tanto pedir a Telepizza, ni tanta historia!
Además tienes razón en que es buen consuelo, por que si no se pued€, no se pued€...
Pero Danin, si te aburres hay más opciones: leer un libro, escuchar un CD de Camela o ver el último episodio de Bea la Fea. Que ha hecho ese pobre salmón para que lo sometas a tan viles torturas?
ResponderEliminarEse marinado con soja otorga al pescado un color sospechoso. No sería mejor escurrirlos, Danin, para luego marcarlos brevemente en la plancha?
El maestro Yoda dice que esa salsa con almendras buena pinta tiene. Pero picarlas o incluso triturarlas mala idea no es, en vez de como pececillos verlas flotar .
Nada diré del emplatado, de las cucharas de la abuela ni del elegante detalle de las servilletas de papel (eran al menos de Scottex ?).
Y ahora mismo aparece mi Follonera y me abronca por ser tan crítico con su amigo Daninland (te kiere mucho). Y me dice que cuando yo cocino abro una lata de aceitunas La Española o una bolsa de pringles.
Yo le digo que no, que en el fondo te aprecio, Danin. Que quizá hubiera sido mejor un marinado básico con san gorda, azúcar y eneldo. O un escabeche ligero. O un tartare a la mostaza a la que puedes añadir, porque no, unos buenos langostinos.
En fin Danin, que tampoco le hagas caso al Follonero. Que a pesar de que tengas menos lectores (cosa que dudo), tienes dos en esta casa. Que a pesar de mis dardos punzantes siempre estará mi Follonera para pararme los pies. Y lo hace muy bien: hoy me duele la cabeza, mañana tengo la regla y pasado me voy a ver a mis padres. Que lista es, leñe!.
Atentamente. El Follonero
Jejeje, Follonero, la servilleta es de esas perrunas del patrón...
ResponderEliminarLo de las almendras claro está, pero se trataba de pasarlo bién, por eso utilicé la socorrida salsa de soja en vez del marinado que tu sugieres, pues necesita muchísimo más tiempo y no podría zampar el salmón esa misma tarde.
De todos modos, aún sabiéndome malo tengo mi orgullo, por lo que recogeré tu guante desafiante y te devolveré cosas más interesantes en forma de plato, con la mayor brevedad posible.
Abur, aliño de yogur (que también hubiese mejorado si hubiese utilizado un yogur griego, en vez de un natural de Central Lechera Asturiana y tal Pascual).
P.D. (del comentario anterior): Creo recordar que ese tartare que has mencionado, ya se publicó en esta cibercasa...
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