lunes, 2 de agosto de 2010

A Rexidora (Bentraces -OU-)

Se ubica este restaurante en una casona rehabilitada al milímetro, que resultaría mejestuosa de no ser por estar separada de la carretera por tan sólo un metro de arcén.
Se me viene a la cabeza un gran restaurante ourensano, que compartiendo idéntica característica, sí cumple en majestuosidad y en clase; destacando esto último, que no se adquiere con dinero.
De todos modos, el local posee unos acabados de primera, sin alteración de los elementos decorativos, exceptuando algún cuadro que, por otra parte, combina con acierto.

Además el local cuenta con diferentes comedores y estancias como el imponente patio interior; ideal para el disfrute de los aperitivos.

Yo me senté en el comedor situado en la planta baja; el cual dispone de unas siete u ocho mesas con buena separación entre si y buena acústica. También disponen de un par de mesas de servicio; pudiendo encontrar en una de ellas información sobre los menús y las temporadas.

Por cierto, el menú degustación, creo recordar que costaba 90 euros (no se si con I.v.a.).Debido a la hora a la que había arribado, ahí por las 15:15, no pude probar el menú degustación (casi mejor) y la carta ofrece más o menos lo siguiente:
Dividida entre entrantes, pescados y carnes; se aprecian claras diferencias con respecto al resto de locales del Nove; me quedo con la impresión de que aparte de la zona geográfica (productos)también había una mayor tendencia a lo tradicional.

En cuanto a la carta de vinos, encontramos un buen número de referencias, con buena cantidad de D.O. gallegas; muchas nacionales y alguna que otra del extranjero. Buen detalle el tener señaladas las referencias agotadas y nada que objetar excepto el diseño plastificado del soporte.

Veamos por tanto mi elección:

Antes de nada comentar que el apartado "pan", si cumple con las expectativas, pues ofrecen exquisiteces de varios tipos y en mi caso probé unos tres o cuatro diferentes.

Tras el servicio del pan llegaron unos completísimos aperitivos; un capuccino de boletus, gran acierto en el plato en sí y en servirlo en temporada, un taza de patatas fritas (tipo Lays pero caseras) y un par de tejas de semillas.


El primero es un ejemplo de potencia (necesaria, pues estaba canino); lentejas guisadas con foie y zamburiñas. Gran combinación de productos ; las zamburiñas de buen tamaño muy bien de punto y la huerta que acompañaba a las lentejas presente con un fino picado en brunoise. Excelente; que diría el sr. Burns.


El plato principal fue el bombón de jarrete con setas y castañas. Generoso de cantidad; el jarrete se cubría con una capa de gelatinoso tocino de gran sabor. El resto del plato bien en conjunto, pero las castañas pedían algo más de finura ( nada que ver con el no va más que sirven en CasaDeComestibles como guarnición de alguna carne) y los hongos estaban un pelín secos, compartiendo esta característica con la carne, que no estaba en el punto óptimo.


Finalizo con un postre correcto, que a mi juicio se desfasa de precio de 3 a 5 euros ( importante desfase; es más ¡menudo desfase!); el bizcocho borracho caramelizado con naranja y salsa de chocolate.



Buena presentación de este bizcocho de ligera textura, con el caramelizado de azúcar moreno un pelín tosco, los gajos de naranja delicadamente pelados y la salsa de chocolate que no mejoraba en nada con respecto a la que sirve el del camión de los helados.

Los platos fueron regados con un estupendo Pintia (D.O. Toro), que vino acompañado de alguna anotación interesante por parte de la sumiller. Resulta un buen vino, lleno de matices, pero algo duro.

Rematamos la jugada con un par de buenos cafés (con dos tipos de azúcar) y la invitación a uno de ellos y a un chupito de licor de café. Buen detalle; gracias.

Rematado el llantar Javier González, Chef; se acercó amablemente para preocuparse por mi satisfacción. De nuevo detalle de agradecer.

El lector atento habrá apreciado la sensacion de "una de cal y otra de arena" a propósito de lo narrado anteriormente y es que sin grandes pegas, el sitio no me convenció al 100%; aunque debo recordar que comí bien y el detallismo en el trato se ha de tener en cuenta.

PAN--------------2
LENTEJAS------19
JARRETE-------20
POSTRE---------9 (¿)
CABREIROÁ-----4 (¿?)
PINTIA---------40
CAFÉ------------2,50 TOTAL + I.V.A. = 96,50


Esta será, salvo excepción o petición expresa, la última vez que desgloso una cuenta. Básicamente por que me da bastante pereza.

4 comentarios:

  1. Por lo que observo ese restaurante peca de lo mismo que tantos otros. No les importa lo más mínimo nuestra salud y platos que deberían ser más sanos lo engrasan innecesariamente. No se puede buscar un buen sabor a costa de nuestras arterias, debería haber un límite.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo que ese señor llama grasa era simplemente pata de ternera(gelatina).para los listos de los bloks

      Eliminar
  2. Hola Anónimo; seguramente habría platos más ligeros en carta (de hecho el postre no es tan destructor como lo son la mayoría); pero debo reconocer que me tiré a la "bravuconada" otoñal. Quizás algo más de ligereza no le vendría mal a algún plato; pero debemos ser nosotros mismos quien nos vigilemos, siempre que haya opción, claro.
    Es curioso, le había estado dando vueltas estos días al tema que has tocado.
    Gracias por dejar tu opinión.

    ResponderEliminar
  3. Anónimo 2, supongo que al referirte a "ese señor"; estás hablando de tu vecin@ anónimo de arriba. Comento esto, por que tratándose de anónimos, uno no sabe -ni tampoco siente importancia- sexo, del susodicho.

    Yo me reitero en mi culpa, en cuanto a lo contundente del menú; pues yo lo escogí en su día. Además coincido en que los platos están convenientemente desgrasados y eran más sápidos que sádicos (en tanto a lo saludable de los mismos).

    Dicho esto, me resta decir que hay muchos listos en los blogs y en lo que no son los blogs. Basta con ver alguno de los precios que incluye la factura (de octubre del 2.009), para darse cuenta.

    ResponderEliminar