sábado, 5 de noviembre de 2011

Jurmet Confesion's y IV; la defitiva ¡¿¡Tengo un Blog!?!!!



·COMIENZO A ENSUCIAR LA HOJA EN BLANCO; AMBIENTANDO LA ÉPOCA EN LA QUE SUCEDIÓ LO A CONTINUACIÓN NARRADO.-

Estáis comenzando a leer e principio del fin de esta saga bizarra, con la que espero, hayáis disfrutado; o por lo menos os hayáis regocijado con las miserias ajenas, como los cabronaz@s que sois. No se me tome a mal, yo disfrutaría de igual modo.
En el "capítulo" anterior, lo habíamos dejado, hablando sobre la primera entrada publicada en este foro; así que voy a echar un vistazo, a ver en que he mentido, o si he disfrazado los acontecimientos...
...uff, pues no, todo correcto; hasta me alegro de haber dado alguna nota negativa, eso continua formando parte de mi "estilo".
En fin ¿por que le otorgo tanta importancia a esa primera entrada?. Os pondré en antecedentes de la época que vivía servidor:

Recién entrado en una empresa que pagaba a fin de mes, lo cual para mi, era novedad (cuanto empresario-delicuente suelto) y comenzando a hallarme aburrido de la "profesionalización" hacia la que mis amigos estaban evolucionando en una actividad, tan de moda actualmente, como es el Poker; me enfrentaba a un viernes noche lleno de posibilidades.
Recuerdo que tendría lugar un concierto interesante por los Ferroles, algunos de mis colegas se disponían a ingerir litros de ron/cola, etc y yo; decidí acometer, sólo, una cena tranquila, sin tener que trajinar durante horas y dejar la cocina hecha un cristo. El resto es ya historia; pero ¿cuales habrían sido mis sensaciones durante esa cena solitaria?.
Está claro que el buen hacer de Casa Pendás, había ayudado a que la velada fuese cómoda y placentera; pero jamás me hubiera imaginado la liberación que ello supuso. Un aliciente para disfrutar mientras continuaba aprendiendo, afianzando mi gusto por el vino, por esa cocina con un algo más y por poder desconectar del resto de mi vida, con una actividad opuesta a lo que por aquel entonces tenía como costumbre.

Continué compartiendo mesa con mis amistades, sobre todo con quienes también eran, al igual que yo, unos lambones; pero con el paso del tiempo algo iba creciendo, una bestia interior reclamaba mayor atención y Hyde, fue poco a poco, suplantando a al buen doctor Jekyll. Ambos tenían algo en común; eran seres mucho más extraños incluso de lo que su aspecto exterior anticipaba; divertidos, melancólicos, abiertos a la par que inaccesibles... lo extraño es que ambas personalidades se gustaban y se respetaban cada vez más.
A día de hoy se han estrechado la mano bajo un lema de dulce y necesario egoísmo:
"Soy yo; es mi tiempo, es mi pasta."

Por aquel entonces, los únicos blogs que consultaba eran los dedicados a temáticas como el cine o la música y para publicar un comentario en los mismos, utilizaba un nick que unificaba mi nombre de pila, con el de un filme que prácticamente, aún no había visto la luz; INLAND EMPIRE. Tres horas de divagaciones enmarcadas en el ensoñador, extraño y oscuro universo de David Lynch; que me habían atrapado con su ritmo opresivo, similar al de esas pesadillas de las que uno no logra despertar.
Siempre he dado mucha importancia al mundo de los sueños; a la tierra interior que todos encerramos y a lo que hay bajo la superficie... ...no os lío más con mis "atrapadas"; el caso es que, como ya habréis supuesto; el resultante no era otro, si no DANINLAND.

·LAS HERRAMIENTAS DEL CONOCIMIENTO.-

Sin la ayuda de los blogs, pasando de las frías y aburridas guías gastronómicas a mi alcance y sin conocer grandes aficionados gastronómicos; la cosa no rodaba todo lo bien que debiera. Pero esto de la red es la leche y no tardé en encontrarme con la web de una conocida asociación de chefs gallegos. NO VEáis que alegría; cuando vi por allí a mi querida A Estación y a muchos otros que poco a poco -sin proponérmelo en un principio-, iría visistando.
¿Impedimentos económicos? No, ¿por que?; siendo fin de semana, caso de haberme dedicado a otros menesteres, la noche me salía igual de cara, o más y la resaca se multiplicaba. Era cuestión de dar prioridades y yo las tenía bien claras; por lo que una pequeña  LAROUSSE  de vivencias gastronómicas, comenzó a escribirse.

·AHORA SI, PADRE IO CONFESSO.-

Yo y mis amigos nos partíamos la caja viendo facturas de menús degustación, como el de Casa Solla, sabiendo que esa noche de "autos", había dormido en  un hotel alumbrado por muchas estrellas, en el que destacaba un estupendo hilo musical; mi Opel Corsa.
Lo que para muchos será triste y patético, para servidor ha sido una variedad de fiesta y jolgorio un tanto fuera de lo común.
 Este fin de fiesta, repetido en un buen número de ocasiones, ha logrado entre otras cosas; que ha día de hoy; todavía no sepa lo que es dar un positivo en un control de alcoholemia... 

·HACÍA YA TIEMPO QUE NO NOS VEÍAMOS, ¿DONDE HAS ESTADO EL FIN DE SEMANA PASADO?.-

-Pues si te digo la verdad... 

Dependiendo de la persona, del tipo de amistad que nos uniese, o de las ganas que tuviera de expilcar una aburrida y extraña historia sobre en que se había convertido mi vida durante los períodos de ocio; pues la verdad más o menos resumida, o sencillamente:

...¡Uy!, me está vibrando el móvil. Dime mamá; ¿si?, ¡no me digas!, ya ni me acordaba. Tengo que irme. Abur.

·MI PRIMERA CENA EN CASA MARCELO...-

También es cierto que hay noches y hay noches...:

(Me va a dar una bofetada, por que pensará que le estoy diciendo que parece un tío...)
-Oye, ¿sabes que tienes un aire con David Bowie?
-¡Me encanta Bowie!
(...pues no)

Diez Gintonics atrás de tan etílica conversación, disfrutaba de mi, ya de por si, inolvidable primera velada, en Casa Marcelo. Sentí al finalizar esa cena un halo melancólico.
Si, en efecto; tras tan eyaculadora experiencia -y continuo hablando de la cena-; sentí cierta tristeza, pues mi intuición me advirtió de que no encontraría nada de tamaña intensidad dentro de mis gastroexperiencias. Lo cierto, es que pasaron meses hasta que di con algo que, en el mejor de los sentidos, le hiciese frente.
Por cierto, que durante todo esos meses el Nove había pasado por la piedra.
Sólo queda reflexionar como un restaurante que, en algún punto diverge tanto de mis ideales; continúa seduciéndome de tal manera.
Creo que se debe a que el maestro, sabe como pocos, unir lo mejor -casi siempre- de la "vanguardia"; con la verdadera alta cocina de sus maestros -gabachos, o no- y ha sabido extrapolar eso a los demás elementos de su negocio; con una oferta única. No entro en si es mejor, o peor; pero ha dejado huella y como sucede en estos casos; ha sido y es, imitado hasta la extenuación.
O a mi me lo parece, aunque prefiero dejar dicha reflexión para otra ocasión.


·UN MANIACO OBSESIVO CON UN CLARO TRASTORNO BIPOLAR.-

Me recuerdo a mi mismo, entrando en algún restaurante con una melena a la altura del ombligo y una barba de lo más estrambótica. Sólo tras oír algo del estilo "Perfecto sr., le acompaño a su mesa" y haber visto el rictus de quien me había recibido; tenía bastantes pistas, para saber con que tipo de profesional me "enfrentaba".

Siempre he procurado que mi presencia fuese tranquilizadora; lo cual normalmente servía para que todo transcurriese de igual manera. Pero ya que hablo de profesionales; se me viene a la cabeza uno muy bueno; que trabaja en un restaurante de Santiago D. C.
Ese restaurante había sido escogido por mi; para ser "victima" experimental de mi particular búsqueda del placer.  Utilicé para ello una herramienta de la que me solía valer habitualmente en el ámbito doméstico; el cannabis. Recordad, queridos lectores, que por aquel entonces, alegraba mis sesiones de cine en casa, con Marron Glacé y brandy; en vez de palomitas y Coca cola.
Era, por tanto, una curiosidad de lo más natural el querer averiguar que sucedería, si cambiaba el bar de un colega, con su bollería industrial, la interminable gama de snacks de bolsa y los restos de la olla de los callos, que habían servido a modo de pincho gratuito; por un escenario más elegante y unos comestibles más nobles.
Pues lo averigüé una fresca y amable noche de jueves en verano. Así que allí estaba yo por primera vez; caminando sin tocar el suelo, flipando con la música más de lo normal y ¡sorpresa!; siendo el único cliente en tooooodo el establecimiento. A día de hoy, no se como pude controlar los brotes de ansiedad que tal hecho me producía y aún así, disfrutar.
Durante esa cena, el vino descansaba demasido lejos de mi alcance y no estaba el horno para bollos... y tras finalizar la misma; mantuve una interesante conversación con el chef. Fue durante dicha conversación cuando de verdad y en secreto, surgió la idea de patearme los muchos restaurantes del Grupo Nove; que por aquel entonces, me restaban por conocer. Siempre le estaré agradecido por ello.


Alguno se preguntará que tal me había ido con el menú durante esa cena plagada de exquisiteces. Pues muy bién, de no ser por que, por primera y última vez, ¡me pareció poca cantidad!!!. Eso es lo cierto, los restaurantes de alta cocina lograban apaciguar a la bestia; pero no si estaba dopada. -Podéis reír en paz-
Afortunadamente; un día sentí un irrefrenable deseo de consumir una carne excepcional y me trasladé a Santiago, para comer la ternera estofada en Monterrey de El Mercadito y a día de hoy, no se si me alcanzarían los dedos de las manos, para contar las veces que repetí en esta casa.

·MI AMIGO INVISIBLE.-

Tras la anterior experiencia, surgieron muchas nuevas y en su mayor parte; las podréis ver relatadas en este foro. De entre las que no he dado testimonio, se pueden encontrar algunas de las mejores y también de las peores*.
He pasado tardes estivales entretenido con la económica afición de la lectura, la playa y la música de mi reproductor mp3 y noches del más glamuroso disfrute gastronómico. Recuerdo la primera ocasión en la que probé el suave tartar de ternera que prepara Rafa Centeno en su Maruja limón y esa vieira con tocino y pil pil de naranja; casi lloro... También he tenido placenteras, casi idílicas, sobremesas con brandys, ginebras, armanags y cafés excepcionales, exquisitas escapadas entre semana, hallazgos restaurantiles de lo más inauditos, algún batacazo y o, estacazo, en el mismo campo.

Creo, no obstante; que para recolectar buenas experiencias se ha de estar abierto a seguir el instinto y a disfrutar de la mismas. El buen rollo es un buen comienzo y el saber cortar por lo sano, también es a veces necesario:


-Como veo a su acompañante con desgana, ¿quiere que le traiga a usted algo de aperitivo?, ¿un albariño?, ¿un cava?...
-Para mi nada, gracias; pero a mi amigo invisible le va a traer usted una copita de espumoso. Ya se la pagará él aparte. 

Abierta la botella y bebida la copa por mi; no se si mi amigo invisible se habrá pasado a abonarla. En fin, tendrá mala memoria...
 
·MENÚS DEGUSTACIÓN CASEROS.-

Cualquier aspirante a cocinillas, necesita incentivar sus ansias cocineriles mediante elogios externos. Comienza así una incesante búsqueda de víctimas, dispuestas a comerse la chorrada que había imaginado mientras aguardaba mi turno en la consulta del médico, o en un largo viaje de regreso, tras un largo día de trabajo, o mientras eludía la conversación de mis acompañantes, y espiaba lo que sucedía el canal del huevo, mientras tomábamos unas cañas en el bar del final de la avenida...
Está claro que si eres poseedor de un importante recorrido en los restaurantes más molones de la vuelta; la inspiración puede llegar a cegarte. Literalmente.

Así que cuando me di cuenta; estaba en la cocina rodeado de miles de bolsas de la compra a medio abrir, intentando llevar a buen puerto ingredientes que jamás habían pasado por mis manos; en medio de un cristo, que por momentos se me antojaba el Vietnam de las cocinas. 
"¡Creía que tenía alguna receta para eso!" que pretendía cocinar; trataba de avanzarlo, pero el postre está cocinándose en un horno sin rueda de temperatura, los hornillos estaban ¡todos ocupados!!! No estaba seguro de si el vino llegaría a enfriarse, o ya estaría congelado, cual sería el orden de los platos y ese invitado incrédulo, novato en el tipo de reunión que trataba de llevar a cabo, no paraba de inmiscuirse en la cocina, adornando cada enterada con frases del tipo: ¿pero de verdad eres tu el que cocina?, ¿habrá que ir avisando ya a la ambulancia?, ¿llegas para la cena, o tendremos que esperar al bajón de media noche?
Y tu sólo deseas que se aparte de tu vista y recordar para que has pelado y lavado tantas patatas, o para que has puesto esa sartén con aceite al fuego, o sencillamente, recordar el final que habías planeado para las grosellas que descansan al borde de la mesa, amenazando con caerse de un momento a otro.
No logras asimilar ni de lejos, como un par de platos se han convertido en un menú degustación de unos 7; para unas ocho personas, ¿o éran 11?, ¿me he contado a mi mismo?. 
Por que en mi pertinaz agrado por los allí congregados, me sentaba a comer con todos mientras mi espalda chorreaba, el corazón latía a mil por hora y no podía apartar mi mente de lo que me restaba por hacer, para marchar el siguiente plato.
Pasé muchas de esas pruebas; a veces incluso inducido por los ávidos devoradores de mis gastroparidas y acabé por caer en la cuenta de que realmente lo pasaría mejor, si me pudiese dedicar SÓLO a cocinar. Si, sin interrumpir tan ¿dichosos? instantes con el royito social de compartir mesa. ¡Para eso están los restaurantes!!! Ejem...



Por que ese primer mandamiento del buen anfitrión; "No cocines recetas que no conozcas a la perfección y hayas practicado con anterioridad", ese mandamiento, lo siento, pero no va contigo.
Así que, desconfía; querid@ comensal si vienes a mi casa y te preparo un arroz meloso; te invito a una tabla de quesos con confituras caseras, o te deslizo un plato con unos buenos lonchones de un foie mi cuit casero, acompañado de un buen vino. Desconfía; por que puede que te respete más que a mi vida, o puede que te pida algo a cambio del placer que sin duda recibirás.

·UN CASO CURIOSO (ATÍPICO, ÚNICO POR DESGRACIA), SURGIDO DE LA LECTURA DE LAS PÁGINAS DE OCIO.-


Y de un titular que rezaba:
"Vuelve Jordán con su cocina moderna y sugerente"



Te crees que has visto de todo; que ya nada puede sorprenderte realmente y te topas con una reseña que habla de un restaurante llamado CasaDeComestibles. "Vaya nombrecito", piensas y continuas leyendo; "Un acólito de Santamaría, no se yo, no se yo..."



No tardé en decidirme; llamé para encargar un menú degustación, me di un baño caliente alumbrado únicamente por dos velas, animado con un par de copas de absenta -ritual incluido, tengo los accesorios-, escoltado por el Vena Cava de Diamanda Galás y me marché para A Coruña, a ver que me habían preparado.

Recuerdo que llegué, me senté a disfrutar, VI LA LUZ, pagué mi cuenta y me fui.
¿Me fui para casa???, pues no. Me adentré en un garito a tomar más gintonics de los que pueda recordar -cenando había caído una botella de tinto R.D.R. '06-. Al día siguiente amanecí en el interior de mi auto, en plena calle. Me fui para casa, me duché y me fui a preparar un par de  paellas para unas 60 personas. Lo más increíble es que NO sabía del todo, como preparar una paella...


Al cabo de unos meses, dejé testimonio de la visita al restaurante, en forma de post injusto y transcurridos unos días, recibí las amables correcciones que al mismo, había practicado el autor de tan impecable menú. Podéis verlas allí publicadas
Tardé en volver a pisar el cielo -pues algo de vergüenza también tengo- y ,en efecto, pude constatar que vivo poco más de media hora, del paraiso de los gourmets. Una microgalaxia que no opta a ser descubierta por las masas, si no por los verdaderos amantes del buen comer.
Lo mejor de todo, es que incluso yo, ¡si yo!!!, tengo permitida la entrada.



·EL FIN DEL PRINCIPIO (O AL REVÉS).-


Pasado el tiempo; ya había caído en el vicio de conocer más y más restaurantes, criticados en la red con mayor o menor fortuna. El hecho de ir por mi segundo diario de visitas a restaurantes, arañaba tanto mi vergüenza que en mi cabeza no cesaba de repetirse una frase; "eres todavía más friky que esos que se dedican a largar por Internet". Entonces, ¿por que no?, pasada la etapa de dar a luz relatos fantásticos; no podía ser difícil contar lo que había comido en tal o cual sitio...
Una tarde de aburrimiento sobró para que me viese inmerso en un carril de aceleración, dispuesto a adentrarse en la autopista bloguera sin pisar freno, sin importarme llegar el último y sí el disfrutar del trayecto y que alguien más disfrute de como se lo haya contado.


¡DANINLAND ha llegado a la red! Tiene hambre, tiene sed y su único objetivo es saciar vuestros sentidos.
¡Música, MAESTRO! 


*Nito; cuenta de estrella Michelín y menú, de batalla.


7 comentarios:

  1. bueno, bueno, esto se acaba
    buen post aunque menos morboso que el resto de esta serie jeje
    veo muchas coincidencias y me siento reflejado en muchas cosas
    sobre todo en lo de ir a super restaurantes y pagar una pasta y dormir en el coche o donde cuadre (aeropuerto, estacion de autobuses etc etc...)
    pero el vicio ye el vicio y no da pa todo :-D y hay prioridades, y siempre son el comer, luego el beber y si sobra, que no suele, ya vemos en que lo gastamos

    tambien me suena lo de los menus degustacion caseros y esa cocina peligrosa en se convierte tu habitualmente pacifica cocina, genial el video, por cierto

    en fin, que es muy dura la vida esta del gastroaficionadillo, pero bueno, como a todos los que vamos a buenos restaurantes nos sobra la pasta... en fin

    espero que ese hambre y esa sed te duren mucho, porque este mundo de los blogs suele cansar, agotar y desmotivar en ocasiones

    animo!!! y ojala haya mas gente que se anime a contar sus jurmet-confesions, yo soy demasiado cobarde ;-)

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  2. Gracias Lolo, por animar a este mendrugo, con tus amables palabras.

    En cuanto a lo de animaros con las jurmet confesions... ¡que va hombre, si tengo el Copyright!!! jejejejeee

    Hay muchas maneras de hacer esto de las confesiones. A mi, estos "secretos" me estaban quemando por varios motivos. Principalmente por ese que has mencionado con acierto; el cliché de que todos los aficionados a los buenos restaurantes estamos sobrados de pasta, o el que nuestra condición nos resta sensibilidad, o que no seamos tan exigentes, como la clientela de otro rango...

    El caso es que la mayoría de los escribimos en blogs, dedicamos, sin saberlo, una pequeña parte de las publicaciones a confesarnos. Prueba a leerte, o a leer a cualquiera teniendo en cuenta esto que te acabo de contar y ya me contarás.

    Aprovecho para motivarte a que, sin prisa, pero sin pausa te pongas con ese blogs que debes al gastromundo mundial. Hay gente deseando saborearlo; puede que pocos, pero buenos ;-)

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  3. En lugar de "blogs", he querido decir "post".

    Me voy a quitar unas fotos. :-)

    Abur.

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  4. me encanta, estoy con Lolo que le falta un punto morboso que tenían las otras tres partes, pero aún así me lo he tragado entero, como todo lo que me ponen delante.
    Si señor he de reconocer que también me he sentido reflejado, pero sobre todo con lo de contar a los colegas, allegados y pegados, que en vez de ir de juerba me iba a comer. Sobre todo cuando íbamos juntos y ellos decían vamos a comer el menú del día? y yo decía, no mejor a la carta, Y ala el comentario ya está el Sibarita...
    Bueno lo dicho daninland un placer leerte.

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  5. Hola Ankabri, un placer tenerte por aquí. El sentimiento, ya sabes; es mutuo y recíproco.

    Un saludo.

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  6. Je, je, je. Tú sigue quitando fotos, pero algunas no serán tan "confesables" como estos pecadillos de juventud. Muy bueno leer todo ese viaje a los placeres del paladar.

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  7. Hola Jorge, como habrás observado he quitado las fotos, para poner unos cuantos videos ;-).
    Un gustazo (y un extra de sonrojo), el ser leído por tan respetable gastromaníaco.

    Siempre no quedarán los secretos inconfesables, bien sean de la juventud, o de la madurez; ¡el caso es pecar todo lo que se pueda!

    Un saludo.

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