viernes, 20 de enero de 2012

A Gabeira y su bienhallado clasicismo. Balón (Ferrol). TOC, TOC...



Pues eso, como habréis supuesto el título de la entradita esta; he estado en A Gabeira y me he encontrado un "todo" -local, cocina, servicio....- con las buenas maneras que ofrecen los grandes clásicos. He de insistir en ese agrado; por encima de las molestas connotaciones que a veces implica eso de ser un "clásico".
Una cocina para quien apuesta por la solidez y la experiencia, sin estridencias, ni demasiados riesgos; pero sin el tufo rancio de la mayoría de los considerados como "clásicos", ni los espejismos de modernidad con los que otros tratan de encandilar al cliente.

Es por tanto, A Gabeira un restaurante de producto tratado con las técnicas actuales que favorecen al mismo. Aunque esto; por lo visto, es lo que a día de hoy dicen ofrecer en casi todos los restaurantes de alta cocina. Dicen, pero hay mucha trampa bajo ese lema de "renovada cocina de producto". Trampas que son el medio para ganarse los cuartos tirando por el camino fácil.

Veo cada vez más cartas de excesiva longitud, con escasa vocación de mercado, en las que se convierte al cliente en víctima de la regeneración de alimentos preparados dentro o fuera del restaurante y lo que es peor; veo que esto sucede en restaurantes incluidos en las principales guías, en los que la cuenta sube de 80 € per cápita, con una facilidad pasmosa.

Lo que me gusta de A Gabeira, es que siempre me he encontrado cocina de verdad; aunque esa cocina "de verdad", pueda ser un solomillo con pimientos y patatas. Está claro que otros platos de su carta entrañan  una dificultad infinitamente, mayor; pero el caso es que tanto unos como otros, servidor siempre los ha encontrado bien resueltos.
Verduritas salteadas con colas de langostinos y jamón de bellota, un portentoso canelón de faisán, o esa impresionante pechuga de pato con gloriosas guarniciones, caza de primera, pescados y mariscos  formidables y sus fastuosos postres; que no por los muchos que tienen en carta, me he topado con alguno malo.
La novedad, para este post; es que he disfrutado de un Menú Degustación que paso a comentar.
Tres tipos de pan a elegir; me quedé con los dos más contundentes.

El aperitivo de la casa ha sido una sopa de pescado y hortalizas bien ejecutada, supongo que con los recortes de pescados sobrantes y que sin ser una maravilla; funciona a modo de reconfortante bienvenida.







El primero de los entrantes; las colas de cigala rebozadas y fritas con patatas nuevas y judías.

Sencillamente, para darse al llanto. Este plato refleja e ilustra, lo que he intentado explicar en el encabezado del post, productazos llevados al éxtasis con elaboraciones sencillas; pero  con una cocina fina, sin fisuras.


El huevo preñado; es un huevo que juraría estaba cocinado a baja temperatura, rebozado, frito y con aceite de chorizo inyectado en su interior. Descansa sobre una crema suave de patata y me comería media docena a modo de entrante, sin despeinarme.


Brutal plato, que claramente viene de ese metahuevo con el que el maestro Marcelo, deslumbró al público hace años; pero que está de muerte.


El pulpo con verduras en tempura, reducción y mahonesa de soja.
Se ven por ahí muchos platos con pulpo a la brasa en los que el cefalópodo lleva en el restaurante desde antes de la entrada del €. Este no me ha parecido uno de esos ejemplos; el tentáculo estaba en su punto; jugosito, en contrapunto de la tempura y muy bien combinado con el resto de los ingredientes.


El pescado ha sido esta merluza con guiso de mejillones. No diré nada del punto del pescado; por que de sobras se observa que está mundial. Los mejillones ya no me convencieron tanto; pero el plato con unos guisantitos casi crudos y unas bolas de patata gloriosas, acompañado de un buen blanco; ha sido una bendición.


De todos modos; mientras lo zampaba añadí una nota mental: "Advertir a la hora de solicitar el próximo menú; que el apartado marino NO venga protagonizado por la manida merluza".










Como soy un caníbal; reiteré mi típica petición de tomar algo de foie antes de la carne. Amablemente, accedieron a ello y en la memoria de este cliente, se ha grabado a fuego la satisfacción.


 Para la carne tenían caza; me dieron a elegir entre perdiz o ciervo y me quedé con el segundo. La pinta no engaña; estaba de vicio. Eso si; aprovecho para devolver la comparación odiosa a su compañero de grupo.
Días atrás había disfrutado de un venado celestial y este ciervo quedó inevitablemente ensombrecido...
Aparte de su jugo, en la imagen se observan las siguientes guarniciones:
Granada, piñones, mostaza, compota de manzana asada y crema de castañas.


Uno, que estaba en plan pedigüeño, solicitó un poco de queso para beber otra copa de vino y luego llegó el cocktail de manzana verde. Bueno el cocktail y remarcable el mousse de chocolate con merengue y sorbete de mandarina. El helado sensacional;  ya he dicho que los postres en A Gabeira suelen cumplir con creces.




El precio de este menú -no incluye foie, queso, ni bodega- es de 57 €. Encontraréis algunos más baratos; pero no todos, merecen tanto la pena.
Toca hablar un poquito del vino y de la carta de vinos. Comienzo por la última, que como ya he dicho en anteriores ocasiones; es extensa y contenedora de caldos para satisfacer al más exigente -y al público no tan exigente...-. Eso si, me ha resultado demasiado caótica y doy fe, de que me he parado a repasarla de arriba abajo.

Vamos con mis elecciones:

Flore do Carme 2.006 de Adega Familiar Eladio Pereiro. Sin que sirva de precedente; traté de escoger un vino acorde con ciertos platos de pescado que incluía el menú. Conocía este blanco elaborado sólo con Alvariño, desde una memorable cena en Casa Pendás y, aunque pueda no parecerlo; al vino le había venido bien ese período de tiempo para consagrarse en mi paladar. Fresco, elegante y con un puntín ácido de lo más agradable.

Gorvia 2.007; un tinto de Monterrei a base de Mencía, producido por Quinta da Muradella. De nuevo me he topado con un vino que no estaba en condiciones óptimas de ser bebido. Muchos no estaréis de acuerdo; pero este vino que en su cosecha del 2.005, me tenía totalmente conquistado. Este 2.007, me ha fallado rotundamente . Aromas toscos, con tostados y vainilla excesivos y una boca algo decepcionante, mostrando el grado de  alcohol; mucho más bruto -abstringente incluso- de como lo recordaba. No digo que sea un mal vino; si no que, no es el vino  intenso, fresco y elegante que recordaba. Habrá que darle otra oportunidad, pero alejado de la mesa y mantel... ...por si acaso.

Y como esta ha sido una crónica clásica; os dejo con más clásica. Mi tocayo interpretando a Beethoven como sólo él sabe:



¿Que os parece?. Si os ha gustado A Gabeira, esta es su página web.

13 comentarios:

  1. Antes de nada, enhorabuena por las excelentes fotos. A ver si aprendo. ;-)

    Hablando de los restaurantes y los productos cocinados, tu paisano el Gourmet de Provincias hablaba de ello en su último post.

    En cuanto al restaurante, otro ejemplo de lo bien que estáis haciendo ultimanente las cosas en Galicia.

    Y por último, yo aunque hasta ahora no soy demasiado amante de los tintos gallegos sí que me gustó el Gorvia 2007. Me pareció bastante elegante pero con fuerza, aunque el precio ya es considerable.

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  2. ¡Hola Toni!!! Esas fotos están tomadas -quitadas, como diríamos por aquí- con una cámara digital bastante básica. A excepción de la primera; claro. El caso es que es nueva y todavía no la piloto del todo; antes para las ocasiones "importantes" tomaba prestada la de mis padres; que tiene similares características, pero con la que me entendía mejor.
    Lo cierto es que aprendí que con un par de truquilos, pueden quedar bastante resultonas.

    He leído el post que mencionas y estoy de acuerdo con tu comentario.

    A Gabeira; ya sabes, es uno de los pocos clásicos de los Ferroles, que se mantienen en plena forma e incluso apuntan mejoría.

    En cuanto al vino; yo fui el primer sorprendido. Era de esos con los que lo pasaba mejor que con algunos que costaban el doble. Puede que halla sido la botella, pero no denotaba fallos de conservación...

    Un saludo

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  3. Je, je. Cuando llegué a Vigo una de las cosas que más me llamó la atención fue que decíais "voy a quitar dinero al cajero" a lo que en el resto de España decimos "sacar dinero". Eso de "quitar" daba la impresión de que iban a robarlo. ;-)

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  4. Por cierto. Tienes la hora del blog algo desviada. :-)

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  5. Balón, lugar de nacimiento de mi padre. Balón Bello más exactamente (no Balón Vello como escriben en todas partes. Bello de bonito, no de viejo). Me encanta esa zona. Sobre todo en veranito. A Graña, A Cabana, Doniños, San jorge,...y a la vuelta de la playa una paradita en el O Bo Padal a tomar el raxo más rico y jugoso que tomé en mi vida. Un saludo!!

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  6. Tu y A Gabeira :), bueno ya sabes lo que pensamos, y creo que en fondo lo hacemos igual :), así que paso a hablar de los vinos que es lo mio, el albariño de Eladio me pareció todo un vinazo, y encima del 2006, muy rico, un albariño que necesita mucha botella, con lo que esta añada está para disfrutar. En cuanto al Gorvia, yo he tomado la 05 y la 06, no la 07, pero lo intentaré, pedí unas botellas en casa Amador pero no le quedaban, pero conociendo tu paladar, antes de comprar para la carta lo probaré por si acaso, no sea que haya sido un problema de elaboración, aunque tu apuntas que es de conservación eso ya sería una pena, aunque nos reafirmaríamos con el tema de la sala que tu y yo ya hemos hablado.
    Venga que vaya parrafadaaaaaaaaa :) Por cierto tienes que probar los tintos que hace Piñeiro en el Alentejo, para disfrutar mucho.

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  7. Toni; gracias por el aviso. Indagaré a ver como puedo solucionarlo.

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  8. Levounandar; por poco, pero logré resistirme a incluir en el post ese "famoso" Monumento ó Figado, que tengo por ahí fotografiado. Balón, sitio distinto ;-)

    El litoral que comienza en esa zona; es uno de los más bellos que mis ojos han disfrutado. Injustamente desconocido; seguramente por las mafias del Turismo.
    A quien le guste la tranquilidad, pasear, contemplar el paisaje, o un mar en todo su esplendor e incluso actividades como el parapente, o el surf; gozará por esa zona seguro.

    Un saludo.

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  9. Ankabri, ¿que te voy a contar?.

    Siempre me han tratado bien en A Gabeira y he comido de maravilla. Además es un local cercano a mi residencia y trabaja un producto que en muchos casos se situa por encima; del utilizado en las tan cacareadas Rias Baixas.
    Es un clásico; con sus pros y sus contras. Creo que el público que acostumbran a tratar, tiene mucho que ver en que ciertos detalles en sala sean mejorables. Lógicamente, no pretendo cargar al resto de la clientela, de los males que pueda tener un local; pero influye..

    Como ya te he dicho; suelo ser afortunado en estos asuntos. Me ha atendido una chica muy amable y dispuesta. Para mi A Gabeira, es una casa de buen comer, en la que siempre he recibido la satisfacción que me impulsa a volver.
    La experiencia personal; lo es todo y por eso estoy loco con volver al Sant Pau y no quiero ni pensar en gastarme los cuartos en El Celler de Can Roca...

    En cuanto al vino; me he expresado mal. No he percibido fallos de conservación y el servivio del mismo fue formidable. Esa botella estaba mal "ensamblada"; sabes que no tengo técnica para expresarme, pero si te digo que estaba como si hubiese llegado de dar tumbos en el maletero de un todoterreno, seguro que me entiendes. Sólo que no ha sido el caso; no se puede culpar al local en este caso.

    Un abrazo y perdona la chapada. Carezco de capacidad de síntesis, si no le doy mil vueltas a todo; creo que está mal explicado y que el receptor no comprende lo que realmente siento.
    A veces me veo a mi mismo como uno de esos pacientes comatosos que saben lo que sucede a su alrrededor, per no logran establecer comunicación y entonces me entra una especie de ansiedad, que es complicado de expresar a quien no la vive. Sabiendo eso; se produce la típica situación en la que el pez se muerde la cola y, al percatarme de ello me pongo todavía más nervioso y me siemto impotente; lo cual me produce enfado, más ansiedad y deacimiento. Algo similar a la tristeza posteyaculatoria, sólo que sin lo bueno primero; así que, bla, bla bla, bla....

    ¿VES?, LO MIO SI QUE SON PARRRAFADAS ;-) ;-) ;-)

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  10. Puntazo de la merluza por lo que se ve en las fotos y los pobres mejillones destrozados por una cruel sobrecoccion.
    A mi los mejillones, los buenos mejillones, me tienen encandilado desde que los empece a hacer poco hechos, se transforman en otro producto, a mi me flipan

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  11. Puntazo Lolo, no lo dudes. No te voy a decir donde tomé un mejillón memorable como pocos; pero me lo cocinó un ferrolano con unos brotes de trigo, escabeche...

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  12. Bueno, bueno; podríamos repartirnos ese menú de forma bastante amistosa: yo me quedo con la merluza y tu con el foie :-))) Broma aparte, no considero la merluza tan manida -creo que ya lleva tiempo suficiente apartada de muchas cartas-, sobre todo si es buena y está bien hecha, como parece el caso. Y en cambio el foie sí que me tiene saturado; lo mandaría al banquillo el resto del cuarto. Como ves, tenemos distinto perfil de "entrenador".
    Sobre los vinos, el Gorvia tiende a dar esa impresión bronca pero debajo suele aparecer materia noble, y muy honesta en su expresión. En cambio el blanco no me convenció nada en una cata que tuvimos hace un tiempo en Oviedo. Y eso a pesar de las buenas expectativas que generó nuestra anfitriona, la que lo había seleccionado, que de vinos sabe bastante.

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  13. Créeme Jorge; la merluza en los restuarantes gallegos inunda cartas y sobre todo, los menús degustación. Tanto la inunda, que uno ya está harto; no por lo malo que esté o deje de estar. La tengo aburrida y prefiero ver en los menús otros pescados.

    Esa botella no estaba como tenía que estar; bebí varias del '05 que estaban de quitar el hipo y no soy yo de amilanarme ante lo vinos con carácter...

    P.D: si me veo con tiempo; contaré las veces que me han servido la merluza en los últimos 2o menús.

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