He vuelto a Casa Pardo, ha sucedido de modo inesperado y no me he arrepentido. Hacía más de un año desde mi primera visita, que hasta esta ocasión, suponía mi única vez.
Sin haber encontrado grandes cambios -está todo igualito que lo dejé-, el veredicto continua sendo el mismo; es un sitio recomendable que ofrece buenos platos -algunos excelentes- a un precio lógico y que posee una carta de vinos que deja en dudoso lugar a la mayoría de sus "competidores".
En cuanto a los platos, la carta ofrece más que suficientes posibilidades, además del menú degustación (compuesto básicamente de platos hallados en carta), posee un menú más ligero y debido a la celebración de su 60 aniversario, también disponen un menú con el rape -uno de mi peces predilectos- como principal protagonista. Este último menú, es de lo más completo y se vende a un precio bastante contenido; lo desgolsaré, por tanto, al final de esta entrada.
Para la carta de vinos, lo dicho, el comensal nadará en la abundancia de referencias, puede que incluso haya más de una sobrante... En los negocios con tal volumen de referencias, se me suele antojar que sería preferible la contención, en favor de poseer diferentes cosechas de las mismas. Cuestión de gustos, supongo.
El menú se vende a 60 pleuros (más IVA); os daré un par de datos previos y ya discurriréis el por qué no me parece excesivamente caro:
Local de primera, con la excepción de la carencia de vistas y un exceso de iluminación (aunque no todo el mundo coincidirá en esto), menaje a la altura con una copas de nivel y un servicio del vino más que correcto. Del servicio diré lo que supongo que habré dicho en la ocasión anterior (pues me atendieron los mismos individuos) , profesionales, próximos, agradables... vamos, que muy bien.
El menú comienza con este raudal de aperitivos; croqueta de marisco, zamburiña, saquito crujiente relleno de queso con langostino y salsa agridulce, empanada de vieira y salpicón de rape. Que, ¿como vamos?; sinceramente, ninguno me ha enamorado, pero son minicreaciones con producto base de primera y huelga decir que es una entrada a menú superior a cualquier cremita de calabaza o alguna esferificación de esas...
Esta es la ensalada de bogavante, si, no veis doble; me plantaron el bicho entero dentro de la degustación. Buen producto, aunque el punto de sal era inexistente y la ensalada no me convenció en absoluto. Sin poder darle el calificativo de orgásmico, no cabe duda de que zamparse esto acompañado de un buen cava; es un dulce que a nadie amarga.
Vamos con otro ejemplo de plato de producto; estas láminas de hígado de pato con un sencillo aliño de aceite y vinagre de Módena, con cebollino y, ahora si, sal maldon. Con el fantástico pescado que vendría a posteriori, el mejor salado de la nui.
A estas alturas comenzaba a acompañar con un Hacienda de Monasterio '05 y, como no, llegó el orgasmo de los sentidos... ¿Algún detractor para este vino?; yo no sólo no le veo fallos, si no que creo que vale lo que cuesta, que ya es decir...
El mero con patata pisada y verduritas salteadas, es un plato a la altura de uno de mis chefs predilectos. Tremendo pescado, perfectamente cocinado, platazo.
Solomillo de ternera con foie; bueno sin más, por que yo, al zampar una combinación de ingredientes similar, tengo que emitir jadeos incontenibles y placenteros, por estar otorgando tan digno final a un par de piezas nobles, procedentes de una ternerita y un pato; como es el acabar en mi panza.
Este multipostre fue la grata sorpresa del menú. Los multipostres, suelen esconder la falta de un postre cañón, pero en este caso ese chupito con crema de mascarpone, o el de piña colada, o un buen helado de vainilla con ricas tejas, el estupendo milhojas y la tarta de manzana calentita... me lo comí todo; lo cual no está mal, teniendo en cuenta la cantidad de platos anteriormente disfrutados.
Finalicé con un par de expresos a los que, junto con la copa de cava, fui convidado. Me alegro de contar esto, no mi bolsillo, pues cuando esto sucede, lo habitual en mi,es que la propina justifique holgadamente dicha invitación; pero me parece justo que a un comensal que abonó una factura levemente superior a los 100 €, se le perdone un expresso, por bueno que sea. De camino a casa me tomé un Gin Tonic y me metí en cama contento, al día siguiente me levanté y seguí contento por haber invertido el dinero en una buena cena y no en el matarratas que años atrás me habría costado tanto o más...
No me olvido de contaros así por encima el menú basado en el rape con el que Casa Pardo celebra su 60 aniversario.
Dicho menú se compone de cuatro tapas a modo de entrantre, tres platos principales (Veira tradicional, Medallón de rape a la sartén y a elegir Caldeirada de rape, o Rape al horno), y un postre de la abuela con el café, por 39 € + IVA. No está mal.
En fin, pese a no estar entre mi top de favoritos, Casa Pardo es uno de los clásicos de A Coruña, que merece la pena probar.
Estuve a punto de ir en un par de visitas a La Coruña, pero al final no fuí por su ubicación. Las presentaciones de los platos son bastante más modernas de lo que me esperaba.
ResponderEliminarQueda anotado.
Bien hecho Toni(lo de dejarlo anotado), no tiene las vistas del Playa Club, pero ese pescado es la crema y el servicio me ha hecho sentir a gusto.
ResponderEliminarEso si, no dejes de visitar mis dos favoritos de la ciudad herculina; el Alborada y CasaDeComestibles.
Un saludo
Bien Danin, bien. Revisitar los clásicos es siempre una opción adecuada y El Follonero te aplaude por ello. Sigues progresando.
ResponderEliminarYa les gustaría a muchos estrellados gallegos dar el menú degustación con esos productos de lujo, en vez de enmascarar su fanfarria con capuchinos de colores, xardas marinadas o gelatinas varias.
Pero no todo van a ser luces, kerido Daninland. Tus críticas de falta de sazonación del lubrigante o el regular solomillo con foie sólo puede deberse, con seguridad, a que tu gusto anda travestido con las moderneces de ahora. Esas que te hacen levitar o eyacular.
Atentamente. El Follonero
Follonero; te percatarás por el tono de mi respuesta que lo que te voy a decir es en serio:
ResponderEliminarNo podrías andar más errado; mi gusto levita con la cachena de 16 años que me tomé hace unos días para celebrar mi aniversario junto con mis allegados. Con ese solomillo, pelín aguado e insípido y el foie rescatado de quien sabe donde; se saca el hambre (si se tiene) pero ni se levita, ni se emociona, ni na de na.
Es más confieso que incluso he sido injusto por exceso de moderación en mis críticas hacia esos dos platos que has mencionado. Te lo describiré así de fácil; el bogavante estaría notablemente mejor si lo hubiese hecho yo.
Moderneces las justas Follonero, las justas...
Un saludo.